No fue un hombre adulto, sino un jovencito de apenas 17 años de edadUn nuevo episodio de tiroteo masivo en la escuela secundaria del poblado de Santa Fe, situado a 60 kilómetros al sureste del área metropolitana de Houston, entre esta ciudad y Galveston (Texas) ha sacudido a Estados Unidos. Ahora fueron diez las personas muertas y otras diez las heridas.
Contrario a lo que se especulaba en un principio, el presunto asesino serial no fue un hombre adulto, sino un jovencito de apenas 17 años de edad que usó en la matanza una serie de armas que su padre tenía en casa.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, de inmediato se trasladó a la zona del tiroteo y ayer por la tarde, en conferencia de prensa, dijo que el presunto tirador se llama Dimitrios Pagourtzis y que, tras el atentado contra sus compañeros de escuela “planeaba suicidarse”.
El asesino usó una gabardina amplia para esconder las armas con las que segó la vida de diez personas: una escopeta y una pistola calibre .38. Dimitrios admitió haber disparado contra sus compañeros de clase, según la policía.
En sus primeras declaraciones, aseguró haber “perdonado” a las estudiantes de su escuela que le gustaban para que ellas pudieran “contar su historia”. Ya fue acusado de asesinato capital y encarcelado sin fianza.
“En este momento está en confinamiento solitario”, dijo el juez del condado de Galveston, Mark Henry, después de la primera aparición en la corte del adolescente ayer viernes por la noche. “Va a estar aquí por un tiempo”, dijo Henry. Al parecer, el asesino no tiene cómplices y actuó solo.
Pagourtzis compartió fotografías en una página de Facebook –que ya fue cancelada– de una camiseta que decía “Nacido para matar” y ropa adornada con iconografía nacionalista alemana.
Su sueño era pertenecer al cuerpo de Marines de Estados Unidos. Había jugado en la defensiva del equipo de futbol americano de la escuela que ahora ha sembrado de muerte. Según algunas agencias informativas, estaba en el grupo de baile de la iglesia ortodoxa griega de Santa Fe.
El tiroteo comenzó la mañana del viernes alrededor de las 7:30 de la mañana. La policía ha dicho que también había explosivos caseros fabricados por el asesino dispersos en los alrededores de la escuela. Las armas que portaba las tenía en posesión legal su padre.
La foto del portal de Facebook que había colgado Pagourtzis, proviene de un álbum llamado “Dangerous Days” de una banda cyberpunk distópica llamada Pertubator, con una canción que adquirió una calidad inquietante antes de las 8 a.m. de ayer viernes por la mañana: “Humans Are Such Easy Prey”. (“Los humanos son presa fácil”).
Para alguien como él, por lo menos nueve de sus compañeros y un ayudante de maestros, fueron presa fácil. Facilísima. Con una pistola y una escopeta (algunos dicen que con un arma de asalto AR-15) se “vengó” de sus compañeros “que no le gustaban”.
Según el gobernador Abbott, sus maestros y sus amigos, si bien Pagourtzis era retraído y silencioso, gustaba de las armas, de los videojuegos de guerra, andaba casi siempre vestido con una larga gabardina negra y botas, no había dado muestras de poder cometer un crimen masivo, o bien, esas muestras “eran imperceptibles”.
Nadie se fijó en la leyenda de su camiseta “Born to kill” o en una leyenda que colocó en Instagram: “Todos hemos de morir algún día”. Nadie se dio cuenta de nada. Hasta que ya era demasiado tarde. Como siempre.