Se trata del miembro de mayor rango dentro de la Iglesia Católica acusado por encubrir cuatro casos de abusos perpetrados por el sacerdote fallecido James Fletcher Un tribunal australiano ha encontrado al arzobispo, Philip Wilson, culpable de ocultar casos de abuso sexual infantil en la década de 1970, realizados por el fallecido sacerdote James Fletcher a sus monaguillos en Newcastle.
La sentencia será anunciada el 19 de junio por el juez del tribunal de Newcastle, Robert Stone. Según informó la BBC, el clérigo se podría enfrentar a una pena máxima de dos años de cárcel y cabe la posibilidad de que su condena fuera suspendida, debido a la enfermedad de Alzheimer del arzobispo de Adelaida, diagnosticada a los 67 años.
“Obviamente decepcionado”, el arzobispo Wilson manifestó en un comunicado de prensa su contrariedad por el veredicto y considera reaccionar con todas las opciones legales para impugnar el fallo.
El arzobispo se declaró inocente ante la corte de Newscastle, pues señaló no haber conocido nunca las acciones del presbítero James Fletcher, quien en 2004 fue condenado por el abuso sexual de nueve niños y falleció en prisión dos años después.
El fiscal documentó el caso con el testimonio de una víctima que aseguró ante el tribunal haber informado al arzobispo Wilson en 1976, apenas unos años de haber sido objeto de las aberraciones del sacerdote. Otra víctima testificó que el arzobispo había escuchado sus acusaciones contra padre Fletcher cuando tenía 11 años y él le envío a rezar y hacer penitencia por las “mentiras” profesadas.
La Conferencia Episcopal de Australia emitió un comunicado el 22 de mayo informando del caso Wilson y afirma: “La Iglesia Católica, ha aprendido mucho sobre la tragedia del abuso sexual infantil y ha implementado programas, políticas y procedimientos más sólidos para proteger a los niños y adultos vulnerables”.
Además, ilustró en otro comunicado que el Papa Francisco ha enviado su apoyo y bendiciones a la Iglesia Católica en Australia por su proceso de tres años que estudia el futuro de esa comunidad eclesial a través del Consejo Plenario 2020.
La Iglesia en Australia, en la fiesta de Pentecostés, marcó el lanzamiento oficial del Consejo Plenario, que culminará sus reuniones en 2020 y 2021 para considerar la gobernanza, las leyes y la práctica de la Iglesia.
Por el momento, el Vaticano no ha emitido algún comunicado respecto al proceso del arzobispo Wilson y ahora se espera el resultado de la sentencia en el mes de junio.
En línea con su predecesor, el papa Francisco ha declarado desde el inicio de su pontificado ‘tolerancia cero’ ante la pedofilia y los abusos perpetrados por clérigos.
En efecto, Francisco ha dado una ‘dispensa’ para que el cardenal George Pell, el clérigo de más alto rango en el Vaticano acusado al respecto, viaje de Roma a Melbourne para ser juzgado por varios delitos relacionados con abusos sexuales a menores.
El 1 de mayo de 2018, la prensa australiana informó que un tribunal de ese país tiene suficientes pruebas para enjuiciar a Pell por presuntos abusos cometidos entre 1976 y 1980, cuando era sacerdote y sucesivamente cuando era arzobispo de Melbourne entre 1996 y 2001.
Al conocer la noticia, la Santa Sede transmitió un comunicado en el que se asegura tomar nota “de la decisión emitida por las autoridades judiciales en Australia con respecto a Su Eminencia el Cardenal George Pell”. Asimismo, desde el Vaticano, se recordó que “el año pasado, el Santo Padre concedió al Cardenal Pell un período de permiso para poder defenderse de las acusaciones. El permiso todavía está vigente”.
Como lo fueron los casos de abuso de niños y jóvenes vulnerables por parte de miembros de la Iglesia en Irlanda (reconocidos por Benedicto XVI en 2010), especialmente sacerdotes y religiosos, la situación de la Iglesia en Australia ha quedado comprometida. Existen antecedentes desde los años 20.
Entretanto, los arzobispos locales admitieron que sus esfuerzos no fueron suficientes ante los casos de pederastia, calculados en más de 4.000 casos de presuntos abusos cometidos por clérigos en los últimos 35 años en Australia.