El jugador internacional, ya ex del Barcelona, explicó qué le ocurrió en 2009 y a quién tuvo que acudirAndrés Iniesta, el gran jugador del FC Barcelona que ya es historia, concedió ayer una entrevista a Risto Mejide en el programa “Chester” de la cadena Cuatro de España.
Iniesta es de pocas palabras pero ayer confesó algo que ni sus biógrafos conocían. Desveló que en la temporada 2009-2010 había sufrido mucho al encadenar cinco lesiones. A eso se unió a muerte inesperada de su amigo el futbolista del RCD Espanyol Dani Jarque.
A Iniesta se le veía decaído, triste, cuando lo enfocaban las cámaras en los partidos. Fue una etapa crucial, entre el gol de Stamford Bridge, que dio el pase a la final de la Champions de 2009, y el gol que colocó a la portería de Holanda en el Mundial del año siguiente.
“Me ocurrieron algunas de las mejores cosas que me han pasado en la vida, pero también fue un periodo que ha sido uno de los peores a nivel personal”, dijo.
Así las cosas, Iniesta explicó anoche que un día llegó a casa y le dijo a su novia: “No puedo seguir así, necesito ayuda profesional”. El jugador internacional, acompañado de su familia, fue al equipo médico del FC Barcelona y, según explicó ayer por primera vez, le atendieron durante una temporada una psicóloga y un psiquiatra.
Asegura que les está enormemente agradecido y a ello se suma el “secreto” que también ayer confesó junto a su fisioterapeuta: durante un mes, cada noche vio un vídeo de motivación de 4 minutos.
Sin nombrar la palabra “depresión”
En él se veían imágenes en color de momentos de éxito de él y otros deportistas, luego se pasa al blanco y negro y se ven momentos de dolor y dificultad de otros colegas, y finalmente se vuelve al color para hablar de energía y capacidad de remontar. Iniesta no citó la palabra “depresión” en ningún momento del programa.
El vídeo motivacional y la ayuda profesional de la psicóloga y los dos siquiatras lograron el éxito esperado, con un Iniesta que lo dio todo por la Selección Española en el Mundial de Fútbol de 2010 y que desde entonces no ha parado de crecer en lo personal y lo profesional: se casó, tiene tres hijos, ha dado numerosos triunfos al Barcelona y ya se ha trasladado a Japón, donde comienza una nueva vida.
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