Miguel y Gabriel Aranguren llenan de imágenes catequéticas 3 iglesias y un hogar de niños de la calle en la diócesis de NgongMiguel Aranguren era un muchacho de 17 años cuando viajó por primera vez de España a África como voluntario. Aquello le marcó de tal manera que su carrera literaria comenzó con un libro titulado “Desde un tren africano”, una lectura imprescindible para los que quieran adentrarse en el continente.
Treinta años después, este famoso escritor y artista español confiesa que su vínculo con África nunca se ha perdido y no solo eso: ahora es mucho mayor.
Fruto del cariño y de la voluntad de hacer algo por mejorar la situación de las gentes de África en todos los aspectos, lleva tres años haciendo una peculiar labor: pintar iglesias.
“Todo comenzó hace dos años, cuando fui con mi hermano Gabriel (abogado y artista) a Kenia y, para ayudar en el hogar de los niños de la calle Kwetu Home of Peace, pintamos animales para alegrar las paredes“.
En 2017, el segundo año, los Aranguren recibieron de nuevo la invitación del obispo de la diócesis de Ngong, John Oballa. Esta vez les pedía que ayudaran a pintar escenas religiosas en tres parroquias de Kitui.
Y de nuevo este 2018 fueron convocados a pintar imágenes religiosas en otras tres parroquias de la diócesis de Ngong, así como en la casa de niños abandonados, Kwetu. El obispo invita y ellos aceptan ir costeándose el viaje “y tratando de no ser onerosos”, comenta sonriendo.
Una ayuda a la catequesis
“Nuestras pinturas son sencillas, expresivas y muy coloristas”, explica Miguel.”Es un modo de catequizar que favorece la piedad porque en muchos casos no están familiarizados con actos como el Bautismo del Señor o la Resurrección”, asegura.
Así, ya pueden verse escenas como Jesús en la Cruz con su Madre y San Juan, la Sagrada Familia, la Adoración de los Pastores o las parábolas del buen samaritano y el hijo pródigo.
El viaje, desde España, ha resultado una nueva aventura apasionante como todas las que propone África, y al mismo tiempo un balón de oxígeno al ver la avidez con que los jóvenes africanos se acercan a la fe católica.
“Son personas muy sencillas, que aprecian el color y al imagen”. Eso les ayudó desde el primer día a ver esta pequeña labor como una pequeña ayuda a la evangelización.
Y no solo eso: este año Sara Mehgut, licenciada en Bellas Artes que fue alumna de Miguel Araguren en el proyecto Excelencia Literaria y ahora vive precisamente en Kenia. De ella es el dibujo de la Huida a Egipto que ahora puede verse en la parroquia de San Juan Bautista, en Oloolua.
Aquí pueden verse las imágenes y algunos momentos del proceso artístico: