El diputado Gilber Caro, quien es creyente cristiano, relató los sufrimientos vividos durante 17 meses en cuatro cárceles venezolanas
“Hermanos de Venezuela: venimos a trabajar por estas liberaciones con fe, esperanza y fuerza. Vamos sacar a Venezuela adelante”, dijo el diputado a la Asamblea Nacional, Gilber Caro, este 5 de junio, cuando narraba su testimonio carcelario en el Palacio Federal Legislativo de Caracas. Caro fue detenido por razones políticas en enero de 2017, por el Gobierno de Nicolás Maduro. Era uno de los más de 415 presos de conciencia que todavía abarrotan las cárceles civiles y militares del país bolivariano.
El domingo 3 de junio, Gilber fue “liberado” junto a más de cuarenta presos políticos, una “libertad”, que reconoce, “está limitada”. Contó que su detención le carreó un complicado cuadro de salud y “no veía el sol desde hace más de un mes”.
Gilbert estuvo acompañado de los también excarcelados Raúl Emilio Baduel, Alexander Tirado, Daniel Ceballos, José Vicente García, Gabriel Valles y Steyci Escalona. Con gran sentimiento seguía relatando los abusos, torturas y vejaciones vividos durante su injusto encarcelamiento. Además, recordó que su “secuestro” representó una flagrante violación a la inmunidad parlamentaria que le otorgó el pueblo de Venezuela.
Con todo y la fuerza espiritual, recordar los sufrimientos vividos en las mazmorras del régimen socialista venezolano, Gilber Caro no aguantó y rompió en llanto. “Este país unido tiene que sacar a sus compatriotas y reencontrarnos como familia”, decía el dirigente del partido Voluntad Popular fundado por Leopoldo López.
“No hay nada comparado con ser un preso político. Estar preso por pensar distinto es impresionante”, alegó. “Pido al pueblo de Venezuela y a Dios por los presos civiles y de conciencia de Venezuela. Ayudemos a los hombres a salir de estas mazmorras que no se comparan con algo antes vivido en la historia de nuestro país. Pido por la libertad de Leopoldo López, de Lorent Saleh y de todos los presos políticos”, añadió.
Quebrantado en sus sentimientos, Gilbert Caro recordaba que le quitaron hasta sus derechos a la fe. “Fui trasladado a cuatro cárceles diferentes durante 17 meses tortuosos. A nadie se le puede privar de libertad injustamente. Pasé un año solitario sin hablar con nadie, en una celda de 2×2, donde me prohibieron hasta leer la Biblia”.
“Lo más difícil, compañeros, es que tengo una bebé de 12 años a la que se me prohibió verla durante 17 meses. Traté de no llenar mi corazón de odio. No hay nada más deshumanizador que no estar con el contacto humano. No se me permitía ni siquiera ver la hora, pero ahí pensaba en los millones de venezolanos que están luchando y resistiendo contra el hambre, la desesperanza y el odio”, expresó.
“Tarde o temprano, Venezuela necesitará una libertad verdadera para todas las personas que han llevado a nuestro país a donde está. Necesitamos liberar esta patria y liberar del odio a muchas personas. Esos aeropuertos se tienen que llenar, porque daremos ejemplo de democracia y esperanza. Gracias, hermanos, por haber resistido”.
Comer de la basura es una verdad en Venezuela
La presencia del grupo de excarcelados políticos fue propicia para que el diputado por el estado Táchira, Renzo Prieto, se juramentara ante la directiva de la Asamblea Nacional después de tres años de haber sido electo por el pueblo venezolano. Prieto agradeció a los ciudadanos, gremios, sindicatos, medios de comunicación y a la comunidad internacional por la presión social ejercida contra la dictadura para lograr la excarcelación de algunos privados de libertad por causas políticas.
“Me siento triste porque en el momento que salí de la Casa Amarilla comencé a ver gente comiendo de la basura, había escuchado esas historias en la cárcel, pero darme cuenta de ese escenario, me compromete más para luchar por Venezuela”, decía.
Prieto reiteró que desde el Parlamento trabajará en conjunto con el resto de los diputados de la legítima Asamblea Nacional para lograr la libertad del resto de los presos políticos en el país. “Impulsaremos lo mejor para el pueblo de Venezuela. Me voy a enfocar en los presos políticos porque son mis compañeros, y en la libertad de toda Venezuela. Qué más quisiera yo que mi libertad representara a la de todos los venezolanos, pero yo salí antes y ahora trabajaré por todos mis hermanos”.