Sucedió en una localidad argentina y entre las víctimas había menores, adolescentes y adultos bolivianos. El descubrimiento y la denuncia de este caso fue un verdadero golpe contra la indiferenciaLa explotación laboral, el engaño de las personas con promesas de un futuro mejor, además de los tratos inhumanos que acompañan estas situaciones dramáticas, es un tema recurrente a nivel internacional y América Latina no es ajena a esta cruda realidad. Todo esto está cargado de angustia, humillación e interpelación.
Esto fue lo que aconteció recientemente en una localidad de argentina, aunque en este caso con final esperanzador gracias a la valentía de una maestra.
Efectivamente, según trascendió en los últimos días, quemaduras en las manos de una alumna boliviana generaron estupor en la educadora, quien no dudó en denunciar la situación.
A partir de ese momento, y luego de una investigación local, se logró el allanamiento de una finca que utilizaba agroquímicos tóxicos y altamente nocivos para la salud humana.
Una vez en el lugar se constató la presencia de alrededor de 40 personas bajo condiciones de explotación laboral, entre ellas varios menores de edad, además de adolescentes y adultos.
De la investigación también se desprendió que las familias que formaban parte de este grupo de personas rescatadas provenían de Bolivia, quienes eran engañadas con la promesa de un futuro mejor y de trabajo asegurado en el campo, reproduce Los Tiempos en base a medios locales como el portal seprin.info.
Liberaron a niños, adolescentes y adultos que eran explotados en quintas del Parque Pereyra. La justicia cree que muchos de ellos eran traídos engañados desde Bolivia. La investigación comenzó con la denuncia de una maestra de la zona. pic.twitter.com/rrZtnrRsH3
— Belisario Martínez 💚 (@Belisario_M) June 7, 2018
Pero una vez que llegaban “debían vivir en chozas, hacinados, sin los mínimos servicios y trabajaban 14 horas”, prosigue.
“Vivían hacinados y en condiciones infrahumanas. No tenían agua caliente y se alimentaban mal. Muchas veces los dueños del campo les mentían a los padres de los niños que se enfermaban, que eran llevados al hospital, pero en realidad los curaban ellos mismos de manera muy informal”, explicó uno de los jefes del operativo a la prensa.
Mientras continuaban las pericias e investigaciones, los dueños de la finca fueron detenidos y se incautaron de distintos elementos como fertilizantes, además de armas de fuego y municiones, entre otras cosas. Por otro lado, también se señaló que se manejaba la hipótesis de que los detenidos tenían una red en Bolivia para captar personas y engañarlas.
“No es algo de otros tiempos”
“La esclavitud no es algo de otros tiempos. Es una práctica que tiene raíces hondas y se manifiesta todavía hoy y en muchas formas diversas: tráfico de seres humanos, explotación del trabajo a través de deudas, explotación de niños, explotación sexual y de trabajos domésticos forzados son algunas de las tantas formas. Cada una es más grave y deshumana que las otras”, expresaba hace algunas semanas el propio papa Francisco a través de un video-mensaje con motivo del foro sobre esclavitud moderna titulado “Viejos problemas en el nuevo mundo”.
“Según algunas estadísticas recientes, habría más de 40 millones de personas, hombres, pero sobre todo mujeres y niños, que sufren la esclavitud. Solo para hacernos una idea podemos pensar que si vivieran en una única ciudad, sería la más grande megalópolis de nuestro planeta y tendría, más o menos, cuatro veces más la población de toda el área urbana de Buenos Aires y gran Buenos Aires”, prosigue reflexionando el Papa al hacer referencia al tema de la esclavitud moderna.
“Una primera tarea que se impone es poner en acción una estrategia que permita un conocimiento mayor del tema, rompiendo ese velo de indiferencia que parece cubrir la suerte de esta porción de la humanidad que sufre, que está sufriendo”, expresa en otro pasaje del mensaje el Papa, señalaba el Papa en el video reproducido por Vatican Media .
Lo acontecido en estos últimos días es tan solo un eslabón más de una larga cadena de hechos similares y que por lo general no ven la luz. En este caso, este grupo de personas es testigo de la salvación gracias a una maestra, quien no calló, denunció y de alguna manera se transforma en símbolo de esperanza contra el engaño, la trata de personas y el trabajo esclavo. En definitiva, un golpe contra la indiferencia.
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Con información en base a Los Tiempos