La menor llegó a orinarse encima para no abandonar la pantalla.
Esta vez ha ocurrido con Fortnite, el nuevo juego de moda entre niños y adolescentes. En Inglaterra ha sonado la alarma porque una niña de 9 años ha sido derivada a rehabilitación por los médicos porque le han diagnosticado adicción.
Como si estuviera enganchada a la heroína o la cocaína, la pequeña estuvo jugando 10 horas seguidas y se levantaba a medianoche para seguir las partidas en secreto, según han explicado sus padres.
La gota que colmó el vaso fue el que la niña prefiriera orinarse encima antes que desatender la partida.
¿Cómo ha llegado a esta situación? ¿Cómo se educa a un niño para que sepa cuál es el límite en las actividades? ¿Cómo prevenir adicciones a juegos en niños y adolescentes que tal vez se encierran en su habitación?
Los padres tienen por delante un gran reto cada día al educar a sus hijos. Y también los centros educativos, que son el complemento en quienes ellos delegan. Ahora, los médicos y otros especialistas de la salud como sicólogos y sociólogos, nos pueden dar claves para evitar que la situación no se repita cada vez que aparece un juego en el mercado.
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El juego no tiene límites, pero la salud sí
Fortnite, en el que uno se inicia de forma gratuita, en poco más de medio año ha logrado reunir a más de 40 millones de jugadores. Unos van compitiendo con otros, de modo que el juego no tiene fin, pero… la salud sí tiene un límite.
En el caso de Inglaterra, fue la maestra de la niña quien dio la voz de alarma: “Nos llamó a preguntarnos qué pasaba con nuestra hija que se quedaba dormida en clase y sus notas habían bajado considerablemente”, explicó la madre.
Pero eso solo era ya el extremo de la historia, porque unas semanas antes habían detectado que la niña empleaba la tarjeta de crédito familiar y gastaba 50 libras mensuales para mejorar en el juego Fortnite. Se le confiscó la consola y los padres creyeron que así zanjaban el problema. Desgraciadamente no fue así.
Una noche, el papá de la niña la encontró sobre un cojín empapado de su propio pis y con la piel escaldada, según ha informado el diario “Daily Mirror”.
“Nosotros no teníamos idea, cuando le dejamos jugar con Fortnite, de su naturaleza adictiva o el impacto que tendría en su salud mental”, declaró la mamá.
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