Arqueólogo cree haber identificado el lugar de la boda de CanáEl primer milagro que realizó Jesús en los Evangelios tuvo lugar durante una boda en Caná de Galilea. Cuando se acabó el vino en la fiesta, Jesús —por ruego de su madre María— ordenó que se llenaran seis tinajas de piedra con agua, que luego transformó en vino de la mejor calidad.
Aunque sabemos que la celebración de la boda sucedió en Caná, con el paso de estos 2.000 años se ha perdido la pista del lugar exacto donde se ubicó la ciudad. Hay varias zonas prometedoras que los investigadores afirman podría ser Caná, pero el arqueólogo Tom McCollough cree haber identificado el lugar más probable del primer milagro de Jesús.
En su estudio Searching for Cana: Where Jesus Turned Water into Wine, publicado en el número de Noviembre/Diciembre de 2015 de la revista Biblical Archaeology Review, McCollough analiza el yacimiento arqueológico de Khirbet Cana (o Khirbet Qana; “las ruinas de Caná”), en cuyo descubrimiento lleva trabajando desde el 2000.
Khirbet Cana está a unos quince quilómetros de Nazaret. Las excavaciones en el lugar, que empezaron en 1998, trajeron descubrimientos de una sinagoga del periodo romano, varios miqva’ot (o mikve, baño ritual judío), seis monedas macabeas y un óstracon con grabados en letras hebreas. Estos edificios y reliquias antiguos identificaron Khirbet Cana como una aldea judía de los periodos helenístico y romano (323 a. C. – 324 d. C.).
Biblical Archaeology explica que la prueba más convincente se encontró en una enorme red subterránea de túneles de culto cristiano, cuyos muros estaban marcados con cruces y con el antiguo grafiti cristiano de la frase “Kyrie Iesou” (“Señor Jesús”) y nombres de peregrinos que los visitaron.
Todavía más fascinante es que los arqueólogos encontraron en esta primera cueva lo que podría ser un altar: una cubierta de sarcófago inscrita con cruces de estilo maltés había sido volcada sobre un lado para servir como una especie de altar, con su superficie superior suave y gastada, quizás por los peregrinos que colocaban sus manos sobre ella durante la oración. Sobre el “altar”, se encontró una estantería con dos vasijas de piedra.
McCollough señala que “había espacio para otras cuatro [vasijas de piedra]” en la estantería. La presencia de seis botes de piedra sobre un altar en un santuario bajo una posible ubicación de la Boda de Caná sugiere claramente que los antiguos cristianos de la era bizantina creían que esta era la Caná de los Evangelios.
Aunque se trata meramente de conjeturas fundadas (no se han encontrado escritos o reliquias en la zona que identifiquen el lugar del asentamiento), los cristianos de la era bizantina (fundada en el 330 d. C.) no estaban tan alejados de los periodos helenísticos y romanos y parece poco probable que hubieran perdido la ubicación de Caná.