Van a Colombia para la identificación de los cuerpos hallados para verificar si pertenecen al equipo periodístico secuestrado y asesinado en la frontera con Ecuador. Un viaje duro, pero necesario para llegar a la verdad. “Me informan que encontramos unos cadáveres que pueden corresponder a los cuerpos de los 3 periodistas secuestrados y asesinados por alias ‘Guacho’. Estamos verificando su identidad. Reitero mis condolencias a sus familias y repudio por tan atroz crimen”.
Me informan que encontramos unos cadáveres que pueden corresponder a los cuerpos de los 3 periodistas secuestrados y asesinados por alias 'Guacho'. Estamos verificando su identidad. Reitero mis condolencias a sus familias y repudio por tan atroz crimen.
— Juan Manuel Santos (@JuanManSantos) June 21, 2018
El mensaje del presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, este jueves 21 de junio puso una vez más sobre la mesa la dramática situación de los familiares de los integrantes del equipo periodístico de El Comercio que fueron secuestrados y asesinados en el mes de abril en la zona fronteriza de Ecuador a manos del grupo disidente de las FARC liderado por alias “Guacho”.
La noticia ha generado fuerte conmoción regional y el fuerte mensaje con el hashtag #Nosfaltan3 a cargo del medio de comunicación ha dado la vuelta al mundo. Desde el momento en que se conoció el peor de los desenlaces, la muerte de sus seres queridos, estas familias lo único que reclamaron a las autoridades fue el esclarecimiento de los hechos para llegar a la verdad y poder repatriar los cuerpos para darles una santa sepultura.
A lo largo de todo este tiempo, donde se hizo eco el fuerte clamor a favor de la justicia, lo único que han obtenido de parte de la población, al igual que de diversas organizaciones y hasta la propia Iglesia, ha sido apoyo y solidaridad.
“En este momento de dolor y honda preocupación, nos unimos en una profunda y sentida oración por el eterno descanso nuestros hermanos Javier Ortega, Paúl Rivas, Efraín Segarra, a la vez que expresamos nuestra cercanía y solidaridad a sus familiares por tan irreparables pérdidas humanas, como también a todos los comunicadores que arriesgan su vida por darnos a conocer la verdad de los hechos”, habían indicado en su momento la Conferencia Episcopal de Ecuador a través de un comunicado.
Pero el día llegó y todo lo que han expresado en los diversos medios de comunicación y manifestaciones está más cerca de concretarse, pues con el hallazgo anunciado la identificación de los cuerpos podría hacerse inminente.
Este viernes estas familias iniciaban el largo peregrinar hacia Cali. Antes, en Ecuador, se brindó una conferencia de prensa con los detalles del procedimiento y coordinación.
"Me acabo de comunicar con la Fiscal de parte de Colombia, llevaremos todos los documentos de nuestra investigación. En esta comitiva van profesionales forenses del Ecuador para participar en el procedimiento", Wilson Toainga, Fiscal encargado del caso pic.twitter.com/cGPvjBizY8
— Comunicación Ecuador (@ComunicacionEc) June 22, 2018
Por otro lado, sucede en medio de un debate por el incremento de la seguridad de la frontera –un aspecto que se repite en otras partes del continente con respecto a estas particulares “zonas calientes” y el avance del crimen organizado-, además del compromiso de parte de los gobiernos de Ecuador y Colombia para trabajar a favor de tales fines.
“No vamos a permitir que nuestra gente viva con miedo”, expresó, por ejemplo, el presidente de Ecuador, Lenín Moreno, en los últimos días luego de señalar las nuevas políticas de Defensa, Seguridad y Desarrollo de la frontera norte, indica un reporte de El Comercio.
En las últimas horas la vigilia de oración se fortaleció en Ecuador a la espera de que lo que se anunció de manera fuerte sea verdad, que los cuerpos sean los de Javier Ortega, Paúl Rivas y Efraín Segarra.
El viaje es duro, pero necesario, pues es en definitiva llegando a la verdad y dándole sana sepultura a sus familiares será la única manera de hallar consuelo y algo de paz en el corazón. Sin dudas, algo que conmueve a cualquiera sin importar en qué parte del mundo sea.