En la audiencia general, el Pontífice explicó las idolatrías que esclavizan: el dinero, la fama y el éxito. Además denunció la lectura de las cartas y de las manos para adivinar el futuro que genera esclavitud e infelicidadEl Papa señaló que el mundo de hoy ofrece un “supermercado” de ídolos e idolatrías que pueden ser el dinero, la fama, el culto a la belleza, el éxito o el poder. Pero, estos ídolos exigen sacrificios humanos: sacrificar a los hijos (incluso no procreándolos), el esposa, la esposa (no casándose por el trabajo o la supuesta liberad), la familia (no dedicando tiempo a los seres queridos por ganar dinero o fama). Lo explicó este miércoles 1 de agosto de 2018 durante la audiencia general realizada en el aula Pablo VI del Vaticano.
Tras una pausa estiva, el Obispo de Roma ha vuelto a presidir un ciclo de catequesis dedicadas a los mandamientos y en especial sobre el tema de la idolatría. Predicación inspirada en la Biblia: “No tendrás otros dioses delante de mí.” (Ex 20, 3).
Francisco aseguró que el ser humano, sea creyente o no, “es propenso a crearse ídolos”. ¿Qué significa ídolo? “La palabra “ídolo” en griego viene del verbo “ver” Un ídolo es una “visión” que llega a ser una fijación, una obsesión sobre algo que pudiera responder a las propias necesidades y, por tanto, se busca y se hace todo por alcanzarla, pensando que en ella está la felicidad”, explicó.
El ídolo que muestra el futuro
Francisco señaló que querer conocer el futuro es una “idolatría” de nuestros tiempos. “¿Cuántos de ustedes han ido a que les leyeran las cartas para saber el futuro? ¿Cuántos de ustedes han ido a que les lean la mano y ver el futuro, en cambio, de rezar al Señor?”, cuestionó. “Esta es la diferencia: El Señor está vivo, los demás son ídolos, idolatría que no sirven”, añadió.
El Papa indicó que la oración debe estar dirigida a Dios, “nuestro Padre”, y que en algunos casos la idolatría “no ahorra a creyentes y no creyentes”. Así, contó una anécdota de cuando era sacerdote: “He atravesado un parque bonito, pero en ese parque habían más de cincuenta mesas, porque no pude contarlos, cada uno con dos sillas y la gente sentada una de frente a la otra. Y ¿qué se hacían? Se leían las cartas del tarot, la gente estaba allí “a rezar” al ídolo, en cambio de rezar a Dios que es providencia para el futuro”.
Los ídolos exigen sacrificios
“Los ídolos – continuó – exigen un culto y a ellos se sacrifica la propia vida con tal de alcanzarlos. Se antepone el dinero, la fama o el éxito a la familia, a los hijos y a la integridad de la vida”.
Los ídolos prometen felicidad
Los ídolos apartan de lo esencial de la vida. “Los ídolos prometen felicidad, pero no la dan, sino que esclavizan y terminan haciéndose dueños de nuestra existencia. En cambio, el verdadero Dios no nos ofrece ilusiones ficticias ni hace despreciar el momento presente, sino que enseña a amar a los demás y a vivir la realidad de cada día”.
El ídolo de poseer
El ídolo es “una proyección de sí mismo en los objetos o en los proyectos”. Francisco ilustró como la publicidad usa esta lógica: “No veo el objeto en sí, pero percibo ese automóvil, ese smartphone, ese estatus – u otras cosas – como un medio para realizar mis necesidades esenciales”.
El ídolo de la carrera y el éxito
En este sentido, señaló que ídolos piden que se sacrifique todo: “En la antigüedad se hacían sacrificios humanos para los ídolos, pero hoy también: Para hacer carrera y señaló a esas personas trepadores sociales que “sacrifican los hijos, descuidándolos o simplemente no procreándolos”.
El ídolo de la belleza
También habló de la idolatría detrás del cuidado desmedido de la belleza: “La belleza pide sacrificios humanos, pregunten a la mujer que se maquilla demasiado, no es malo maquillarse, pero no para volverse una diosa”.
El ídolo de la fama
“La fama pide la inmolación de sí mismo, de la propia inocencia y de la autenticidad. Los ídolos piden sangre. El dinero roba la vida y el placer lleva a la soledad. Las estructuras económicas sacrifican vidas humanas para traer mayores beneficios”. Así, indicó a esos empresarios que dejan en la calle los trabajadores por dinero.
El ídolo de vivir postrados a las expectativas de los demás
“Uno vive en hipocresía, haciendo y diciendo lo que otros esperan, porque el dios de la propia afirmación lo impone. Y las vidas se arruinan, las familias se destruyen y los jóvenes quedan en manos de modelos destructivos, solo para aumentar las ganancias”.
El ídolo de las drogas
Francisco también denunció que los jóvenes persigan el dios de la droga. ¿Cuántos jóvenes se arruinan la salud adorando este ídolo de la droga.
Dios los hará libres y felices
La audiencia se realizó en la sombra y al aire fresco del Aula Nervi especialmente pensando en los enfermos y en los ancianos congregados. Francisco saludó con afecto a los niños y bendijo rosarios y personas.
Por último, Francisco animó a los fieles y peregrinos presenten a que “entren en su interior para reconocer y erradicar los ídolos que los tienen esclavizados y, en su lugar, pongan al verdadero Dios, que los hará libres y plenamente felices”.