“Hemos fallado a nuestro deber de pastores”, señalan los obispos de Chile en una jornada en la que dieron a conocer decisiones y compromisos sobre el tema de los abusos sexuales en la Iglesia. Este viernes se llevó a cabo la conferencia de prensa donde los obispos de Chile daban a conocer sus conclusiones después de toda una semana de reflexión y escucha entre ellos y a partir del miércoles se incorporaron los vicarios pastorales de las diócesis, dos representantes de Conferre (Confederación de Religiosos y Religiosas de Chile), cuatro superiores/as religiosos/as, dos diáconos, los directores de áreas y departamentos de la CECh, y dos laicas del Consejo de Prevención.
El trabajo realizado durante esta semana hace que los obispos chilenos reconozcan “humildemente que hemos fallado a nuestro deber de pastores al no escuchar, creer, atender o acompañar a las víctimas de graves pecados e injusticias cometidas por sacerdotes y religiosos. A veces no reaccionamos a tiempo ante los dolorosos “abusos sexuales, de poder y de autoridad” y, por ello, pedimos perdón en primer lugar a las víctimas y sobrevivientes”.
Nos comprometemos a aumentar nuestra disponibilidad para encontrarnos con las víctimas de nuestras diócesis, y esperamos lo mismo de las Congregaciones. Pdte. CECh. Santiago Silva. pic.twitter.com/4SbG31KxBC
— Conferencia Episcopal Chile (@episcopado_cl) August 3, 2018
La declaración también expresa el arrepentimiento: “Ante quienes han acompañado a las víctimas, a sus familias, a quienes han realizado responsablemente esfuerzos por buscar la verdad, la justicia, la reparación y la purificación, y a los cientos de consagrados y laicos que diariamente dan testimonio del amor, la misericordia y la redención de Cristo y que se ven afectados en su ministerio por causa de los errores, pecados y delitos cometidos. En especial, reconocemos que no siempre supimos acoger en todas las instancias eclesiales las orientaciones del Consejo Nacional de Prevención para abordar oportunamente los casos de abuso sexual. Nuestras faltas u omisiones han causado dolor y perplejidad, han afectado la comunión eclesial y han dificultado la conversión y minado la esperanza”.
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A partir de la reflexión, escucha y compartir opiniones, los obispos dieron a conocer decisiones y compromisos, donde destaca el nombramiento de la abogada Ana María Celis Brunet Presidenta del Consejo Nacional de Prevención de Abusos y Acompañamiento de Víctimas, anteriormente este cargo lo desempeñó Monseñor Juan Ignacio González.
“Acepté este cargo porque los obispos han dado un paso fundamental e importante en reconocer los fallos en el manejo de los distintos abusos sexuales en los menores de edad. Lo que respalda el sentido de seguir trabajando en esto” expresó Ana María Celis a Aleteia.
Otra decisión preponderante fue la plena voluntad de colaborar con el Ministerio Público en la entrega de los antecedentes sobre abuso sexual a menores de edad, resguardando los nombres de denunciantes y víctimas que expresamente soliciten reserva de su identidad.
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Para la sociedad chilena este es un punto relevante, porque en las últimas semanas distintos fiscales han incautado documentos en las distintas Diócesis y también se ofició al Estado Vaticano, a través del Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile, el envío de antecedentes de investigaciones que han llegado hasta la Congregación para la Doctrina y la Fe.
En cuanto a los compromisos adquiridos por los obispos destacan “disponibilidad para encontrarnos personalmente, cada obispo, con víctimas de abusos cometidos por clérigos de nuestras jurisdicciones que estén dispuestas a hacerlo, para acogerles, escucharles y ponernos, junto a nuestros equipos de acogida” y, elaborar e implementar un protocolo de buen trato que buscará fomentar relaciones basadas en el respeto por la dignidad de la persona, en ambientes parroquiales, comunitarios y educativos, especialmente dirigido a quienes ejercen cargos de autoridad, responsabilidades directivas y a quienes atienden a personas. Asimismo, elaboraremos un código de comportamiento para los ministros ordenados. Ambos instrumentos se darán a conocer en abril de 2019.
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La declaración de los obispos marca un importante avance en el reconocimiento de los errores cometidos, que permite comenzar a caminar con esperanza en el acogimiento y escucha de las víctimas. Como también, en co-construción entre laicos y consagrados de una nueva iglesia profética donde Cristo esté al centro.
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