Podés ayudar desde tu pequeños lugar en el mundoEl 1 de abril de 2013 la ciudad de La Plata (Argentina) sufrió una de las inundaciones más terribles de su historia. Un hecho que cambió la vida de miles de personas, incluida la de Mariana Kexel, una maestra que tenía una escuela de comedia musical.
Al ver las desgarradoras imágenes de las inundaciones sintió una enorme tristeza y un fuerte impulso por hacer algo que pudiera ayudar a los damnificados. Publicó un mensaje en Facebook en el que se ofrecía a recoger donaciones de quienes quisieran ayudar a quienes habían sufrido por la fuerza del agua.
Su sencillo mensaje recibió como respuesta una lluvia de muchos más. Fueron tantas las personas que querían ayudar que Mariana tuvo que organizarse itinerarios por la ciudad en su coche con su bebé para recolectar y repartir las donaciones.
En poco tiempo pasó por más de 90 lugares y las palabras que recibió fueron siempre las mismas: “Gracias. Si no hubieras pasado no hubiese podido ayudar aunque quisiera.”.
La ayuda se hacía real porque ella estaba pasando. Así fue como se dio cuenta de que son muchos los que quieren ayudar, pero no lo estaban haciendo en gran parte porque la gente pensaba que para ayudar tenían que salir de su casa o lugar de trabajo.
No era trabajadora social, no había estudiado, no tenía recursos ni dinero, pero estaba decidida de que había que hacer algo. Fue así como se le ocurrió la idea de crear una organización solidaria llamada Desde tu lugar para brindar la oportunidad a cada uno desde el lugar donde se encuentre de aportar su granito de arena.
Organizó una reunión y formó un grupo de coordinadores. Los proyectos que comenzaron a tratarse fueron de los más diversos, ya que se creaban en función de las necesidades de la gente.
Todos podían ser solidarios desde su lugar: desde aportar un diseño como artista para un evento social, hasta el simple gesto de comprar un litro más de leche en el supermercado para ayudar a los niños desnutridos.
Durante estos 4 años cumplidos, su organización gestiona más de 196 proyectos de impacto social y ha ayudado a más de 30.000 personas gracias a la voluntad y acción solidaria de otras 25.000 personas.
¿Tenemos que salir de nuestros lugares para transformar el mundo? Mariana dice que descubrió que no solamente la gente tenía que ayudar desde su lugar, sino que tenían que cambiar un paradigma solidario: “La gente cree que si no cuesta, no vale; que para hacer una actividad social y transformar el mundo, tenemos que hacer algo extraordinario”.
Lo cierto es que un simple mensaje en Facebook cambió el rumbo de su vida y la de miles de personas. Y es que no hace falta hacer un gran acto para ser solidario para cambiar la realidad. Todos podemos ayudar desde nuestro pequeño lugar en el mundo.
Si todos fuésemos iguales e hiciésemos lo mismo sería muy difícil cambiar la realidad. El mundo avanza precisamente gracias al trabajo conjunto de personas con capacidades diferentes.
En estos 4 años Mariana afirma haber encontrado su lugar y con su ejemplo nos anima a que encontremos el nuestro.