La formación del Universo es una fase “oscura” para la ciencia, pero que revela, para los creyentes, el sentido de la inmensidad de DiosEl profesor mexicano-británico Carlos Silvestre Frenk (1951), actualmente director del Instituto de Cosmología Computacional, el grupo de investigación en cosmología teórica de renombre mundial de la Universidad de Durham, acaba de revelar algunos de los secretos de las estrellas más antiguas de nuestro universo en un estudio publicado en la revista “Astrophysical Journal”.
La evolución del universo
Junto con colaboradores de todo el mundo, a través de la construcción de universos modelo en súper computadoras de vanguardia, Frenk ha tratando de comprender cómo evolucionaron las estructuras de nuestro universo desde los comienzos simples hasta las complejas estructuras compuestas de estrellas y galaxias que vemos hoy.
Los descubrimientos dados a conocer por Frenk son un hallazgo, dice, similar a encontrarse con los huesos de los primeros humanos de la Tierra. Lejos de la soberbia, este cosmólogo egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México y de la Universidad de Cambridge, quien colaboró en la serie de televisión “Grandes Misterios del Universo” narrada y conducida por Morgan Freeman, ha dicho a BBC que su descubrimiento le genera un profundo “sentimiento de humildad”.
La aportación de Frenk y su equipo de trabajo permitirá a la comunidad científica adentrarse en la fase temprana de la formación del universo. Una fase “oscura” para la ciencia, pero que revela, para los creyentes, el sentido de la inmensidad de Dios. Un momento tan temprano después de la creación que equivaldría, en una vida humana, a “las primeras horas después del nacimiento”.
Las estrellas más lejanas en torno a la Vía Láctea forman parte de galaxias que podrían tener 13.000 millones de años de antiguedad. “Son las galaxias más antiguas, las primeras que se formaron en el universo y lo que vemos ahora son las reliquias de estas galaxias”, dijo Frenk a BBC. Y añadió: “Esas galaxias primitivas son los tabiques de la construcción del universo y por eso son tan importantes”.
Galaxias pequeñas, salto gigantesco
Se trata de galaxias muy pequeñas, que contienen entre cien mil y un millón de estrellas, mientras que, por ejemplo, la Vía Láctea tiene, aproximadamente, 50.000 millones de estrellas. Por eso mismo, por su tamaño, ha sido muy complicado detectarlas. Solamente ha sido posible observarlas a través de telescopios y de modelos de ordenador de galaxias satélites orbitando otra galaxia.
Los descubrimientos de Frenk y su equipo son fruto de quince años de trabajo y observación usando los telescopios más potentes del planeta, como el VLT en Chile, para detectar estrellas primitivas. “Nosotros no descubrimos las galaxias, lo que hicimos fue coleccionar todos los datos e interpretarlos dentro del esquema que tenemos de la evolución del Universo”, dijo Frenk a BBC
Las galaxias primitivas juegan un papel fundamental en la evolución del universo, según Frenk. “Y, en particular, en el proceso que los físicos llamamos de formación de galaxias, justo después del Big Bang y que culmina ahora 14.000 millones de años después, en estructuras como la galaxia Via Láctea donde nosotros vivimos”. Los descubrimientos indican que las teorías sobre la evolución –no sobre el origen—del universo “van por buen camino (pues) modelos de computadora de la evolución del universo habían predicho la existencia de esas galaxias primitivas”.
Los teóricos han determinado que el universo comenzó con el Big Bang hace 14.000 millones de años. Cien millones de años después, estas estrellas –que ahora se han descubierto—surgen y comienza el período de formación de las galaxias.
Puestos en perspectiva
“Lo que tenemos aquí enfrente de nosotros, dice Frenk, son las primeras galaxias formadas en el equivalente humano de unas cuantas horas después del nacimiento del Universo y que comienzan este proceso que dura 13.500 millones de años y que culmina en nuestra propia galaxia”.
“Saber que estamos presenciando el primer episodio de formación de estrellas, el primer episodio de formación de galaxias en nuestro universo es increíblemente emocionante”, afirmó Frenk a BBC. Pero al mismo tiempo, el cosmólogo mexicano dijo sentir “un cierto sentimiento de humildad y perspectiva del papel que jugamos nosotros en el cosmos“.
Y agregó: “Por una parte tenemos la habilidad intelectual de descubrir estos grandes misterios del Universo… Por otra, el descubrimiento nos pone en perspectiva y nos muestra que somos una parte pequeñísima en la escala del Universo”.
Quizá esa sea nuestra fuerza: nuestra debilidad, nuestra pequeñez: la humildad y el asombro que ha provocado en el hombre de todos los tiempos alzar la vista y contemplar la noche llena de estrellas y la soledad inmensa del hombre ante la creación.