Durante la visita Ad Limina, del 4 al 17 de septiembre, abordarán varios temas de la realidad nacional, y también mostrarán que la iglesia venezolana, “está en perfecta comunión con el Papa Francisco”
El drama del “desplazamiento forzado” al que se han visto obligados más de dos millones y medio de personas que han salido de Venezuela buscando una mejor manera de vivir, como consecuencia de la mala gestión del Gobierno de Nicolás Maduro, “encontrando simultáneamente apoyo y rechazo” en Brasil, Colombia, Ecuador, Perú y Argentina, entre otros países de Latinoamérica y el mundo, será uno de los temas que la Conferencia Episcopal Venezolana, CEV, hablará con el Papa Francisco en el Vaticano, durante la visita Ad Limina Apostolorun, del 6 al 15 de septiembre.
La audiencia con el Santo Padre será el 10 de septiembre, en la que participarán los 41 integrantes del episcopado venezolano, para presentarle un informe contentivo de la labor pastoral cumplida en las 9 arquidiócesis, 26 diócesis, 3 vicariatos apostólicos, 2 exarcados y 1 ordinariato militar que componen esta iglesia. Allí participarán por primera vez, 17 nuevos prelados que han sido nombrados en los últimos años.
Hablarán de la crisis humanitaria
“Vamos a presentarle al Papa Francisco un informe de la labor pastoral que se ha cumplido en cada una de las diócesis de Venezuela, sus sueños y esperanzas como pueblo de Dios”, indicó uno de los obispos que habló con Aleteia pidiendo reservar su nombre. “Lo pondremos al tanto de la crisis humanitaria que no es nada halagadora, especialmente después de la reconversión económica impuesta por el gobierno”, dijo.
“Le hablaremos de las políticas sociales, cada día más excluyentes y dependientes de un Carnet de la Patria, inventado para segregar a quienes no se plieguen al oficialismo. Por supuesto, también conversaremos del tema político, que no deja de ser preocupante por la confinación carcelaria de más de 350 presos de conciencia, la amenaza a líderes que se ven obligados a exiliarse del país y la ilegalización de los partidos políticos”.
“En definitiva, los obispos llevaremos la voz de los más pobres y pequeños de nuestra sociedad venezolana, siendo la expresión de la vida y el compromiso de todos”, dijo la fuente, citando a los obispos Mario Moronta Rodríguez y José Trinidad Fernández, primer vice presidente y secretario general de CEV, respectivamente, durante la presentación de la Carta Pastoral en ocasión a la Visita Ad Limina Apostolorum.
Comunión con el Santo Padre
Por su parte, monseñor Tulio Luis Ramírez Padilla, obispo auxiliar de Caracas, en conversación exclusiva para Aleteia, resaltó que los actos fundamentales de la visita son la peregrinación y el homenaje a las tumbas de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo; la presentación al Papa de la “relación quinquenal” de cada diócesis, y el encuentro “que en esta ocasión no sería individual, sino en grupos de siete o más de los obispos”.
De acuerdo con lo expuesto, será una manifestación de la comunión entre los obispos y el Santo Padre, y un medio para reafirmar dicha comunión. “El viaje a Roma no es para hacer turismo, ni mucho menos de funcionarios administrativos”, reiteró el prelado, quien también es responsable de la comisión de medios de la CEV.
“Los obispos venezolanos vamos más bien como peregrinos a confirmar nuestra cercanía y adhesión al Obispo de Roma, cabeza visible de la Iglesia. Igualmente, agradeceremos al Papa Francisco el estar muy pendiente de los asuntos de Venezuela, y asociarse continuamente a nuestros dolores y sufrimientos”.
Por eso aseguró que “esta visita quiere ser una respuesta a la oración y súplicas de nuestro pueblo”, la cual, “hemos venido preparando en dos jornadas de reflexión y recogimiento espiritual: la primera realizada el 15 de agosto, antes del viaje a Roma; y la otra que será el venidero 8 de septiembre durante la visita”.
Un Papa cercano a Venezuela
Tulio Ramírez expresó su rechazo a las pretensiones de algunos sectores del ámbito gubernamental venezolano de querer separar al papa Francisco de su interés por los acontecimientos que se suscitan en Venezuela. Incluso, intentando crear una matriz de opinión contraria en el pueblo venezolano acerca de la figura y del pensamiento del Pontífice. “Debo decir que el Papa Francisco es muy cercano a nosotros los obispos, especialmente ante la situación difícil por la cual está atravesando nuestro país, una de las mayores crisis de la época republicana”, acentuó el prelado caraqueño.
La vitalidad de la iglesia venezolana
Refirió que en los informes previos enviados al Papa, los obispos expresan la vitalidad de la Iglesia en Venezuela, la inmensa riqueza del pueblo de Dios, su gente, sus acciones, sus agentes de pastoral, sus instituciones, actividades y logros.
“Se hace clara mención de los inmensos esfuerzos en el campo de la evangelización y catequesis que hacen nuestros sacerdotes, diáconos, seminaristas y laicos comprometidos. También se reseñan las estadísticas de la Vida Sacramental en Venezuela, la gran tarea evangelizadora y misionera; las estadísticas de las Congregaciones religiosas presentes en las diversas iglesias particulares o diócesis. Se toma en cuenta la esperanza que surgen en nuestros seminarios y casas de formación.
Pero también, “los obispos expresaremos las inquietudes, preocupaciones, angustias ante los graves problemas que debe afrontar nuestro pueblo y nosotros con ellos”, apuntó. Refirió que “la migración al exterior de los agentes de evangelización y catequesis de muchas parroquias a los laicos y agentes de misión (…) está originando decadencia en el sector educativo y en la formación de las nuevas generaciones”.
Destacó que el Obispo de Roma “tiene especial interés por apoyar y tratar de prestar un granito de arena en manifestar su compromiso social con los más pobres y vulnerables de Venezuela”. Por eso, el episcopado venezolano considera que tras este gran acontecimiento se le dará “un gran impulso evangelizador, catequético de la Iglesia de Venezuela, y nosotros somos los llamados a continuar con los mensajes de paz, esperanza y libertad, auténticos, que se deben seguir transmitiendo a la población”.
Finalmente recordó que la última Visita Ad Limina realizada por la iglesia venezolana ocurrió del 1 y al 18 de junio de 2009, cuando fueron recibidos por el Papa Benedicto XVI. Anteriormente, en el año 2002, fueron recibidos por el papa San Juan Pablo II.
