Según datos oficiales, más de 70,000 refugiados venezolanos llegaron a Roraima desde 2015, pero el número real se desconoce El gobierno federal de Brasil ha decidido aplicar la ley de garantía y el orden en el estado de Roraima, esto significa que autoriza a las fuerzas armadas para actuar en el estado que es atravesado por un flujo masivo de inmigrantes venezolanos: lo anunció el Ministro de Seguridad Pública, Raul Jungmann, el martes 28 de agosto.
La situación continúa presentándose muy crítica. El primero de marzo, Mons Mario Antonio da Silva, Obispo de Roraima, dijo a Fides: “En los últimos 45 días más de 18.000 venezolanos llegaron a Roraima, se estima que llegan cada día de 300 a 400 personas, todos necesitados y con un gran deseo de continuar sus vidas con dignidad”.
En julio de 2018, la prensa publicó una declaración del Ministerio del Interior de Brasil, la cual informó que entre enero y junio de 2018 se habían recibido 16.953 solicitudes de reconocimiento de la condición de refugiado, de los cuales 16.523 (97% del total), por Venezolanos, el resto cubanos (155), haitianos (139) y ciudadanos de otros países (133). Solo en mayo de 2018, cuando Maduro fue reelegido, Brasil registró 4.054 solicitudes venezolanas para ser reconocidos como refugiados.
Las demandas de los venezolanos en el estado de Roraima, sin embargo, no representan fielmente el flujo migratorio o el número de venezolanos que viven en ese estado, ya que muchos están en tránsito y, después de haber pedido ser declarados refugiados, se han ido a otras regiones del país.
El ejército brasileño y las Naciones Unidas (ONU), trabajando juntos en Roraima para atender a los inmigrantes, estiman que entre 600 y 700 personas vienen de Venezuela todos los días. Según datos oficiales, más de 70,000 refugiados venezolanos llegaron a Roraima desde 2015. Pero se sabe que este número no es fiel a la verdad.
La situación cambió por completo en Roraima después del 18 de agosto, cuando una multitud de brasileños atacó los improvisados campamentos venezolanos para quemar y destruir todo, luego de que un negociante local fuera asaltado por cuatro inmigrantes venezolanos. El mismo día, 1.200 venezolanos regresaron a su país.
La única ayuda que los inmigrantes venezolanos reciben en Pacaraima es el desayuno ofrecido por la parroquia dirigida por el sacerdote español Jesús Boadilla (ver Fides 19/7/2018): un poco de pan y un café, a los más de 1,500 venezolanos, desde el lunes los viernes, para muchos es la única comida del día. El padre Boadilla enfatizó que “los venezolanos que vienen a la parroquia no tienen nada en absoluto, tienen hambre y el 25% son menores de edad”. A pesar de las últimas tensiones entre residentes y migrantes, el flujo de venezolanos no muestra signos de disminuir.