Atenas, Roma y Jerusalén son algunos de los destinos más demandados entre los interesados en el turismo histórico.
Sin embargo, a pesar de las ruinas bien conservadas y la arquitectura centenaria, es difícil llegar a imaginar realmente cómo debió haber sido caminar por sus calles hace 2000 años.
Ahora, la start-up australiana Lithodomos VR ofrecerá a los visitantes la oportunidad de ver con sus propios ojos qué aspecto tenían las antiguas ciudades hace cientos de años. Y lo consigue gracias a tours de realidad virtual basados en reconstrucciones arqueológicas realizadas por arqueólogos profesionales.
El Museo de la Torre de David, en la Ciudad Vieja de Jerusalén propone una visita de realidad virtual por la ciudad para la fiesta del Sucot; una festividad judía que celebra la recolección de la cosecha.
Gracias a la colaboración con arqueólogos de la Autoridad de Antigüedades de Israel, Lithodomos VR creó una simulación de partes de Jerusalén; tal y como se veían en el siglo I a.C., cuando la ciudad estaba gobernada por el rey Herodes.
También es el tiempo en que Jesús estaba vivo, lo que significa que los visitantes tendrán la oportunidad de “ver” la ciudad a través de sus ojos.
Realidad virtual
"Especialmente con Jerusalén, creo que el mayor desafío fue hacerlo como es debido", dijo el fundador de Lithodomos VR, Simon Young, al diario Miami Herald. "Hay muchas opiniones diferentes sobre el aspecto que tenía Jerusalén en el mundo antiguo (...). Por supuesto, queremos hacer justicia a Jerusalén y hacerla lo más precisa posible".
El tour ofrecerá una reconstrucción en realidad virtual de nueve puntos de interés histórico; entre ellos la ciudadela, el Barrio Judío de la Ciudad Vieja y el Segundo Templo Judío.
En cada punto, los visitantes simplemente tienen que usar sus gafas de realidad virtual para ver de repente las antiguas ruinas convertidas en torres completas o mercados bulliciosos. Según un turista australiano que probó el tour antes de su estreno, la experiencia puede hacer que las historias sobre la ciudad sean “más reales”.
La iniciativa forma parte del laboratorio de innovación del Museo de la Torre de David; iniciado en 2017 para ofrecer a los visitantes experiencias de aprendizaje destacadas.