Mayra Arena y el vídeo TED que está dando la vuelta al mundo. Una respuesta que te sorprenderáCerca de 2 millones de personas vieron ya el video en el cual Mayra Arena explica en poco más de 13 minutos, como se titula su charla TEDx, “qué tienen los pobres en la cabeza”. Lo explica en primera persona, provocadora pero conocedora a la vez de lo que habla. Mayra tiene 26 años, nació en Bahía Blanca, y como alguna vez escribió la primera vez que sus ideas trascendieron, tiene “el beneficio de ser pobre”.
“De piba, cuando sos pobre, lo que te salva de la marginalidad es creer. Creer que algún día vas a tener todo eso que querés tener. Cuando conocés grandes que no son pobres y que te preguntan qué vas a ser cuando seas grande, empezás a soñar un poco”, había narrado en un escrito testimonial en marzo que llegó de sus redes sociales hasta los portales de noticias más leídos.
Mayra fue criada en Villa Caracol, Bahía Blanca, uno de los barrios más pobres del sur de la provincia de Buenos Aires. Es hija de madre adolescente, y fue madre adolescente. Nunca conoció a su padre, como casi todos sus hermanos.
De niña no sabía lo que era un baño. Lo conoció, deslumbrada, cuando una amiguita la invitó a jugar a su casa. Y como cuenta, se dio cuenta que era pobre cuando entró en el sistema escolar.
“Cuando empecé el colegio, todos mis compañeritos tenían los útiles de los dibujitos que les gustaban y yo ahí con mis útiles del Estado”, recuerda. Sufría y se enojaba, y tiraba de los pelos sin más razón a sus compañeras.
“La violencia empieza a ser una forma de vengarse de los demás por todo eso que ellos tienen y vos no, e incorporamos erróneamente la idea de que cuando sos violento te tienen respeto”, explica.
En su charla, Mayra recorre el origen de varios estigmas con los que se suele asociar a los pobres, y se detiene además a explicar por qué tienen muchos hijos. “Los pobres tenemos hijos porque es lo único que podemos tener. Y tenemos muchos, porque encontramos en cada hijo una razón para levantarnos todos los días, a pesar de nuestra pobreza”, razona.
“Y ustedes dirán por qué esta piba que creció así, que cuenta vivió así, hoy está parada acá contándoles esto. Y es una pregunta legítima. La realidad es que una familia que te invita a tu casa a jugar, te enseña mucho más que a usar el baño. Te enseña que la vida puede ser de otra manera y que te la podés ganar de otra manera y la podés vivir de otra manera”, concluye.
Mayra estuvo muchos años enojada por sus carencias. Hasta que entendió “que nadie elige con qué baño nacer”.
Hoy nos parece un escándalo que se ataque alguien por ser homosexual, o que se quiera asignar a una mujer una tarea por el hecho de ser mujer, juzga Mayra, pero aclara: “Hay algo ante lo que no nos escandalizamos. No nos escandalizamos por la pobreza. Vamos por la calle y vemos un tipo durmiendo en la intemperie, y no nos escandaliza. O vamos por la calle y vemos un pibito pidiendo o viviendo y no nos escandaliza”.
Su conclusión, antes de que estallen los aplausos del auditorio, es contundente: “A los pobres se nos juzga mucho por ser fríos, o no ser amorosos, pero nadie se pregunta nunca si alguna vez recibimos amor”.