Suecia, Dinamarca, Noruega, Finlandia e Islandia esperan a Santa Teresita del niño Jesús“Siento que voy a entrar en el descanso… Pero presiento, sobre todo, que mi misión va a comenzar: mi misión de hacer amar a Dios como yo le amo y de dar mi caminito a las almas. Si Dios escucha mis deseos, pasaré mi cielo en la tierra hasta el fin del mundo. Sí, yo quiero pasar mi cielo haciendo el bien en la tierra”, decía una muy enferma Teresita del Niño Jesús (1873-1897) a sus hermanas del convento carmelita de Lisieux.
Viaja acompañada de sus padres
Y en verdad que los deseos de Teresita –apuntados en el llamado Cuaderno Amarillo, donde se reproducen sus últimas conversaciones– se han ido cumpliendo a cabalidad. Esta Doctora de la Iglesia, Patrona Universal de las Misiones (que nunca abandonó el Carmelo) y ejemplo de fe, muy pronto llevará su mensaje, su caminito de infancia espiritual (que de edulcorado no tiene nada), a verdaderos países de misión: Suecia, Dinamarca, Noruega, Finlandia e Islandia.
Las reliquias de Santa Teresita del Niño Jesús y de la Santa Faz, Santa Teresa de Lisieux, aterrizarán en Estocolmo, la capital de Suecia, el 28 de septiembre. No irá sola. Así como en el Carmelo de Lisieux tuvo por compañía a tres de sus hermanas Paulina, María y Celina, en esta viaje a los países del Círculo Polar Ártico la acompañarán las reliquias de sus padres, los santos Luis Martin y Celia Guérin, quienes fueron canonizados por el Papa Francisco en octubre de 2015.
La presencia de las reliquias de la santa y de sus padres, tiene una sola finalidad: dar un fuerte mensaje de apoyo a las familias de estos países, minoritariamente católicos, como ha indicado el Hermano Syméon, religioso francés de la Congregación de San Juan y encargado de la peregrinación.
Santa Teresa de Lisieux “es patrona de las misiones y nuestros países son tierras de misión, por lo tanto esperamos que tenga su efecto en la fe católica. En nuestros países hay tantas personas que llegan de otras partes del mundo y también están apegadas a estas formas de espiritualidad. Además, en nuestros países hay monasterios y hermanas carmelitas, que también están muy contentas”, indicó la Hermana Anna Mirijam Kaschner, Secretaria General de la Conferencia Episcopal Nórdica, a la agencia SIR.
Según la Hermana Kaschner, en los próximos días los obispos católicos de los cinco países presentarán una Carta Pastoral advirtiendo a los fieles y al público en general, sobre la importancia de la peregrinación de las reliquias de la santa de Lisieux y de sus padres.
El periplo nórdico de las reliquias de Teresita y sus padres comenzará en Estocolmo. Tras su arribo al aeropuerto de la ciudad sueca, las reliquias serán solemnemente recibidas para su veneración en la Catedral. De Suecia pasarán a Noruega, donde estarán el 6 de octubre; el día 19 de ese mes llegarán a Dinamarca; el 24 en Finlandia, donde permanecerán hasta el 3 de noviembre. Ese día pasarán a Islandia donde se vivirá uno de los momentos importantes de la peregrinación que se sumará a los festejos por los 50 años de la fundación de la Diócesis de Reikiavik.
En busca de corazones
Momentos importantes serán también la presencia de las reliquias en Vadstena, con fecha del 6 de octubre, cuando tenga lugar una solemne concelebración que presidirá el Obispo de Copenhague y Presidente de la Conferencia Episcopal Escandinava. Czeslaw Kozon. En esa ocasión, los países escandinavos serán consagrados a la familia Martin.
No podrá faltar tampoco la celebración de Santa Teresita del Niño Jesús el 1º de octubre, día de su solemnidad, cuando la urna visite el Carmelo de Glumslöv. Ya el 12 de noviembre las reliquias regresarán a Lisieux. Los organizadores de este recorrido esperan que la presencia de Santa Teresita y sus padres traiga muchas conversiones, como ya ha ocurrido en otros países.
“Sé de otros países donde las reliquias han estado que ha habido muchas conversiones de personas no católicas que percibieron algo especial en esta experiencia. No sabemos qué puede suceder: acompañamos este recorrido con tanta oración. Nadie sabe lo que hace el Señor”, señala la Hermana Kaschner.
Al respecto, el Hermano Syméon, dijo: “El culto de las reliquias es una característica constante de la historia de la Iglesia y una parte esencial de la religión católica. No hay altar sin reliquias, una Iglesia no puede ser consagrada si no hay reliquias. Honrar a los santos y los restos de su cuerpo es recordarlos como si estuvieran vivos. Por lo tanto, recibimos esta grande santa porque está viva en el cielo”.
“En una cultura racionalista y demasiado a menudo invadida por un materialismo práctico, ella opone con una sencillez que desarma ‘la pequeña vía’ que conduce al secreto de toda existencia: el Amor divino que envuelve y penetra toda la aventura humana”, expresó San Juan Pablo II el 19 de octubre de 1997 cuando la declaró doctora de la Iglesia universal.
Esa será, justamente, la misión de Teresita y de sus padres en estos cinco países que gozan de lo material pero que, a menudo, su corazón es frío.
Con información de Gaudium Press y la Agencia SIR.