Decenas de miles de argentinos fueron a ver a su MadreDicen que en la Argentina eran horas de paro general. Pero la Fe no para. La devoción mariana no sabe de huelgas. Y decenas de miles participaron de las celebraciones por el 35 aniversario de la presencia de María en San Nicolás de los Arroyos.
A la vera del Paraná, allí donde se ha erigido el Santuario en honor de la Virgen, ya desde el lunes a la tarde comenzó el intenso fluir de peregrinos, con el ingreso de aquellos que lo hicieron desde Mendoza, a más de 800 kilómetros, y los que lo hicieron a pie desde Buenos Aires, a más de 280.
Esto como preludio de la vigilia de oración en la que se recibió a San Nicolás de Bari, patrono de la diócesis, que llegó como todos los años hasta el santuario de la Virgen, donde lo esperaban miles. Lo que antes eran las velas, ahora lo son los flashes de los teléfonos celulares, que parecen a la distancia auténticas cuentas del rosario encendidas de luz, encendidas de amor.
Así ocurre cada 25 de septiembre, recordando el acontecimiento mariano iniciado en 1983 con la iluminación de varios rosarios en las casas de la ciudad, suceso tras el cual una madre de familia comenzó, mientras rezaba, una serie de visiones en las cuales la virgen le indicó buscar una imagen suya que se encontraba en la catedral.
Esta imagen era la imagen de la Virgen del Rosario, desde entonces conocida como la Virgen del Rosario de San Nicolás, la que desde entonces ha recibido a millones de peregrinos provenientes de toda la Argentina y desde países limítrofes, como ayer mismo las banderas uruguayas daban cuenta en el “campito” en el que se ha construido el imponente santuario.
El momento más emocionante, la hora 0 del 25, se vivió como es habitual con la Eucaristía presidida por el Obispo, convocada bajo el lema “Con María anunciamos que Toda Vida Vale”, en referencia al debate por la vida vivido en la Argentina este 2018. Fue la primera Misa de una jornada que incluyó varias celebraciones para los peregrinos hasta las 15, en la que el Obispo cerró la jornada.
Abundaron, narra la prensa local, los coches particulares. El paro del transporte afectó la peregrinación de muchos; también los valores de la nafta, disparada por los aires tras la última devaluación del peso con respecto al dólar. Igual fueron miles los que dijeron su sí a María durante todo el día, desde la emoción de la noche hasta la alegría de verla salir del templo en andas arrojándole pétalos de flores y agitando banderas y pañuelos.
Mucho ha pasado estos 35 años en San Nicolás. Crisis inflacionarias, económicas, sociales, políticas; la Virgen las acompañó todas. Sin embargo, lo imposible que parecía erigir este santuario, culminado con el aporte de peregrinos en 2014, confirma que si hay algo que ninguna huelga ni crisis puede detener es la historia de amor entre el pueblo y su Madre. Una historia iniciada hace 35 años con un acontecimiento sobrenatural que ha sido siempre respetuoso de los tiempos de la Iglesia, y ha crecido hasta convertirse en una de las manifestaciones de piedad popular más conmovedoras de la Argentina.