Santa Margarita Alacoque es una religiosa francesa conocida por haber recibido mensajes directamente de Jesús relacionados con la devoción a su Sagrado Corazón.
Sus oraciones expresan un amor apasionado por Cristo, e incluso pueden llegar a contagiarlo.
Inspírate en ella para ofrecerte a Dios y a la Virgen María. Reza con sus palabras:
mi soberano Maestro,
si Tú no lo quisieras,
no sucedería esto,
pero os doy gracias por haberlo permitido
para hacerme semejante a Ti.
¡Oh, mi Señor!
No deseo nada, solo a Ti.
Y me conformaré con la elección que Tú hagas por mí.
¡Tú eres suficiente para mí, oh mi Dios!
Haz por mí lo que te glorifique más,
No teniendo ninguna preferencia de interés o satisfacción
es suficiente para mí saber que estás satisfecho.
Padre eterno, permite que te ofrezca el Corazón de Jesucristo,
tu Hijo muy amado, como se ofrece Él mismo, a Ti en sacrificio.
Recibid esta ofrenda por mí,
así como por todos los deseos, sentimientos, afectos y actos de este Sagrado Corazón.
Todos son míos, pues Él se inmola por mí,
y yo no quiero tener en adelante otros deseos que los suyos.
Recíbelos para concederme por sus méritos todas las gracias que me son necesarias,
sobre todo la gracia de la perseverancia final.
Recíbelos como otros tantos actos de amor, de adoración y alabanza
que ofrezco a Tu Divina Majestad,
pues por el Corazón de Jesús eres dignamente honrado y glorificado.
Oh santa, amable y gloriosa Virgen Madre de Dios,
Madre nuestra dilecta, señora y abogada,
aquí estamos postrados a tus pies,
para renovar la promesa
de nuestro fiel servicio a ti,
y para suplicarte que nos ofrezcas como tuyos,
para dedicarnos, consagrarnos,
inmolarnos al Corazón adorable de Jesús,
con lo que somos, con lo que haremos,
con lo que sufriremos,
sin límites, porque no queremos tener
otra libertad que no sea amarle a Él,
otra gloria sino pertenecerle a Él,
y ser víctimas de su amor puro.