Tú puedes transformar la realidad en que vives La forma como reaccionamos a los acontecimientos revela también nuestras sombras. Eso no es malo pues solo podemos limpiar la suciedad que vemos.
Pero cuidado, mientras nos dediquemos a indicar la oscuridad que ves fuera, en los demás, en la política o en aquellos que piensan diferente de nosotros, dejamos de actuar y transformar lo que más nos compete: nosotros mismos.
Piensa que cada uno de nosotros tiene dones y habilidades que sirven a todos. Unos tienen una mente clara y excelentes ideas; otros son ágiles para encontrar soluciones creativas. Unos saben usar agujas para curar; otros tienen el don de la oratoria. A unos les encanta estar en grupo y empezar movimientos; otros prefieren quedarse en el jardín cuidando de una sola semilla.
El momento requiere que cada uno de nosotros descubra su don y lo ponga al servicio de los demás. Existe algo que solo tu puedes dar, ¿entiendes?
Necesitamos evitar la trampa de ser succionados por esa ilusión colectiva que dice que nuestro destino está en manos de alguien, que no somos nosotros.
Mientras nos quedamos en el conflicto, reclamando, atacándonos unos a otros, alimentando esa ola que causa angustia y miedo, dejamos de hacer lo único que podría ser verdaderamente revolucionario: ser luz para el mundo.
No importa la sombra que nos rodee. Estamos aquí para manifestar nuestra luz. Una única vela encendida rompe la oscuridad.
Si eres alguien influyente en la política, sé luz. Si eres influyente en la educación, sé luz en la educación. Si eres dueño de un quiosco en la playa, pon amor cuando prepares los sándwiches.
Donde quiera que estés, haz lo mejor que puedas para ser luz. Deja de desperdiciar tu energía juzgando, polarizando, atacando. Eso no resuelve, solo aumenta el velo de la separación que nos ciega.
Ese es el último intento de la sombra para apartarnos de nosotros mismos.
Tenemos un poder inmenso y todo se puede transformar si somos sabios y valientes para hacer lo único que nos corresponde. No te dejes engañar por lo que ves a tu alrededor. Respira. Haz lo mejor que puedas y desprende tu luz.
¡Y confía! Estamos en camino. “Las almas son como las velas, se encienden las unas a las otras”.