El responsable de “Llévala pronta al cielo”, la película-documental sobre la vida de la primera beata paraguaya, cuenta a Aleteia los pormenores del proyecto“Hermanito querido, ya hiciste todo lo que pudiste. Dios te va a compensar (…) Papito lindo, soy la mujer más feliz, no te imaginas lo feliz que soy. ¡Qué grande es la Iglesia católica, ¡qué dulce encuentro con Jesús!”.
La escena, interpretada por la paraguaya Marta Villamayor, no podría ser más emotiva. Se trata del momento de la muerte de María Felicia Guggiari el 28 de abril de 1959 a la edad de 34 años, quien como religiosa adoptó el nombre de María Felicia de Jesús Sacramentado, pero popularmente se la conoce como Chiquitunga.
“La familia unida para trabajar con vos”
Hernán Brugada Guggiari es sobrino directo de Chiquitunga (hijo de su hermana). Junto con dos amigos ha decidido emprender un viaje un tanto particular: la realización de una película-documental –a través de su productora Taguato Audiovisual– denominada “Llévala pronto al cielo”, obra basada en la vida de la primera beata paraguaya.
“A ella no tuve la oportunidad de conocerla, tampoco mis hermanos, pero de todo lo que nos cuentan las tías y mamá, sentimos que la conocemos mucho”, expresa Hernán en diálogo con Aleteia.
A la hora de responder por qué decidió avanzar con este proyecto indicó: “Para mí es una manera de decirle: ‘Acá estoy yo y acá nuestra familia, unida para trabajar con vos. Es como que le debo por todo lo que nos regala siempre’”.
A través de esta película-documental se narran pasajes de la juventud de Chiquitunga en su ciudad natal en Paraguay, Villarrica, así como su vida como monja en el Carmelo a través de recreaciones y entrevistas (monjas en el claustro, hermanas, parientes, amigos y el postulador general de la causa, padre Romano Gambalunga, por ejemplo).
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Efectivamente, una de las grandes particularidades de este trabajo es la participación de familiares en el momento de las interpretaciones.
“Es increíble cómo se dieron las cosas para que la familia se junte a hacer algo así ya que no tienen idea de qué es actuar o incluso estar frente a una cámara. Hermanos, primos, tías y amigos se unieron a esto y se notó el amor de Chiquitunga”, señala.
Hernán cierra los ojos y piensa por un instante en algunos de los momentos más emotivos durante el proceso de filmación.
Tiene muchos recuerdos, pero una de las primeras cosas que expresa es el profundo agradecimiento para quienes apoyaron el proyecto.
“Puedo destacar a primos, a la Asociación de Empresarios Cristianos y a amigos que realmente nos apoyaron monetariamente y eso es lo que hasta hoy agradecemos ya que sin ellos no hubiese sido posible todo esto”, continúa Hernán, que también recuerda que al grabar algunas escenas de su juventud por instantes “todo iba mal”.
“Problemas con locaciones, electricidad, y demás. Aun así se dio para que todo sea hermoso y las recreaciones del 1950 hayan sido estupendas. Puedo destacar muchísimo más, pero lo resumo así: el amor entre todos y para todos”.
-¿Mientras hacen el documental, la presencia de Chiquitunga se siente cercana?
-Hay muchos momentos donde ella parece exigirnos más. Dándonos unos problemas que nos hacen crecer. Pero sí, ¡estamos seguros que ella guía lo que quiere de esto!
En la piel de Chiquitunga
Uno de los desafíos mayores fue precisamente interpretar nada más ni nada menos que a Chiquitunga. Tal responsabilidad corrió por cuenta de dos actrices, una que la interpretó durante la etapa de su juventud y otra durante la escena de su muerte.
La primera se llama Paola Insaurralde, una joven de San Ignacio de Misiones. Según puntualiza Hernán, ella no es familiar y fue presentada para trabajar en el proyecto gracias a Macarena Ruiz (una de las que ayudó para hacer el famoso retablo de rosarios durante la beatificación).
“La verdad que fue algo muy especial. Pero jamás me imaginé que iba a ser así y que me hayan tenido en cuenta para mi significa mucho. ¡Representarla en el documental es un honor, porque en vida fue una persona maravillosa! Encima, recibir el cariño de gente solo por representarle es algo jamás pensé que me iba a pasar”, cuenta Paola.
Según recuerda Hernán, esta actriz “se unió a esta travesía y trabajó con muchísima onda positiva” al momento de los retrasos y dificultades que tuvo el proyecto para salir adelante.
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Pero en la segunda parte del documental, la encargada de interpretar a Chiquitunga ha sido Villamayor, quien además ayudó con el vestuario de otras escenas y asumió responsabilidades en cuanto a la fotografía.
“Cuando me pidieron interpretar el papel de Chiquitunga no pensé dos veces en decir sí. Interpretar de ella ya entregada entera al amor de Cristo fue como ofrecerle un pequeño regalo, Puedo decir que me sentí feliz, emocionada, dichosa de poder entregar un poquito de amor, y así poder con este trabajo mostrar un poco de su vida y lo que fue su entrega al apostolado”, afirma emocionada la actriz que interpretó este momento tan especial.
El propio Hernán añade: “Ella sin antes yo conocerla, ya hacia charlas o rezos a favor de la causa en unos grupos jóvenes (…). Siempre se va hilando todo de alguna manera”.
¿Pronto santa?
El pasado 23 de junio Paraguay y América Latina celebró la beatificación de Chiquitunga. Fue una jornada de júbilo, instancia que llenó los corazones y que también fue vivida de una manera especial por su familia.
“Para nosotros fue algo increíble y para mi madre y mis tías fue algo de otro mundo”, enfatiza Hernán, quien no duda en señalar que ella es tema de conversación de forma constante entre los suyos. “Ella es el puente y núcleo de nuestra familia”, agrega.
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Sin embargo, hace algunas semanas, otra noticia explotó y colmó de expectativas a todos. Desde el arzobispado de Asunción se comentó que tras la beatificación un presunto milagro está en estudio, algo que de confirmarse la elevaría a los altares de forma inmediata.
Sin bien su familia maneja con cautela esta información, se reconoce que “se espera con ansiedad que así sea”.
“Ella (Chiquitunga) obra de manera callada y está en todos lados. El hermano Restituto Palmero, quien trabajo muchísimo para la causa dijo: ‘Chiquitunga es un tsunami. Solo espera, que ella hará volar tu vida’. Desde ahí uno puede afirmar que no solo los milagros de los confirmados necesitamos. Se ven otros milagros en el día a día. En la salud, en los sacrificios pequeños de cada uno y en el amor con que ella aparece en todas partes. Ella es una compañerita a quien se le puede contar todo y que está ahí para cuando necesitamos. Ella es lo máximo”, manifiesta Hernán.
-¿Por qué consideras que Chiquitunga es tan querida en Villarrica, Paraguay y ahora también en América Latina?
-Ella es del pueblo, ella era humilde y trabajaba para hacer mejor su vida y la de todos sin pedir nada a cambio. Ella es un ejemplo, ella es la meta que la juventud debería de intentar alcanzar.
-¿Le rezas?
-Siempre. A veces regañándola por algunas cosas, como si fuera que está ahí frente mío. Pidiéndole fuerzas para todo, agradeciendo por lo que me da y lo que nos da todos los días. Y pido más por mi familia, mi hija, mis amigos y porque ella no se canse de hacer mejor persona de mí y de todos.
El estreno de esta película-documental -declarada de interés nacional- está previsto para el 28 de noviembre en Asunción, capital de Paraguay, día en que todos podrán transformarse en testigos del amor recíproco que hay entre Chiquitunga y su familia.
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“Llévala pronta al cielo”
Producción General: Gabriela Villamayor.
Producción Ejecutiva: Hernán Brugada Guggiari.
Dirección de Fotografía: Santiago Ortíz y a Jei Rodríguez, quienes se han unido a esta maravillosa travesía y la Dirección de Julio Chansin.
