La OMS organiza del 30 de octubre al 1 de noviembre la primera “Conferencia global sobre la contaminación atmosférica y la salud”
Del 30 de octubre al 1 de noviembre, la Organización Mundial de la Salud (OMS o WHO, del inglés World Health Organization) organiza en su sede central de Ginebra, en Suiza, la primera “Conferencia global sobre la contaminación atmosférica y la salud”.
El objetivo de la convocatoria Internacional es la lucha contra la contaminación del aire, que constituye a nivel global una de las principales causas de muerte prematura y que es causada – aunque no exclusivamente – por la mano del hombre, en particular por las industrias, por el tráfico y también por los artefactos domésticos, tanto para la calefacción como para cocinar alimentos.
Datos de la OMS
Que el impacto de la contaminación no es algo que haya que tomarse a la ligera, lo demuestran los datos publicados el pasado mes de mayo por la misma agencia especial de la ONU. De ellos se desprende por ejemplo que, a nivel mundial, nueve personas de cada diez respiran aire contaminado.
Le llaman silent killer o “asesino silencioso”, el aire contaminado que respiramos provoca, según la OMS, aproximadamente 7 millones de muertes anuales en todo el mundo. Lo que hace la contaminación atmosférica más peligrosa es el particular el PM2,5 o “material particulado respirable” que, con un diámetro menor de 2,5 micras, puede ser respirado y penetrar en los pulmones y en el sistema cardiovascular, provocando graves patologías, por ejemplo enfermedades cardiovasculares o tumores en los pulmones.
Según las estimaciones del organismo, en 2016 la contaminación atmosférica exterior causó aproximadamente 4,2 millones de fallecimientos, mientras que la interior provocó otros 3,8 millones de muerte. En lo tocante a la contaminación interna o “doméstica”, se calcula que aún ahora, unos 3.000 millones de habitantes del planeta – o sea, más del 40% de la población global – no tienen aún acceso a combustibles y sistemas de cocción no contaminantes en casa.
“Es inaceptable que más de 3.000 millones de personas – en su mayoría mujeres y niños – respiren aún a diario humos letales usando estufas y combustibles contaminantes en sus casas”, declara en un comunicado de prensa el director general de la OMS, el etíope Tedros Adhanom Ghebreyesus. Más del 90% de los fallecimientos relacionados con el aire contaminado tienen lugar en los países de renta media y baja, sobre todo en África y en Asia, recuerda la OMS.
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Contaminación ciudadana
En el banco de datos de la OMS, que constituye actualmente la “más completa en el mundo” sobre la contaminación del aire, confluyen datos procedentes de 4.300 ciudades en 108 países de todo el mundo. Se recogen datos relativos a la concentración de particulado fino, por ejemplo el PM10 y el antes mencionado PM2,5. Este último contiene sustancias que constituyen los mayores riesgos para la salud humana, es decir sulfato, nitratos y carbón negro, recuerda el comunicado de prensa.
“Muchas metrópolis del mundo superan en 5 veces los niveles aconsejados por la OMS para la calidad del aire, lo que representa un riesgo mayor para la salud de las personas”, lo ha dicho a su vez Maria Neira, directora del Department of Public Health, Social and Environmental Determinants of Health en la OMS, que observa con todo “una aceleración del interés político en este desafío global”.
Uno de los países en el mundo con los niveles más dramáticos de contaminación atmosférica es China. A pesar de los progresos obtenidos en la lucha contra el smog, precisamente en la Jingjinji Metropolitan Region, o sea, en la región capital destinada a comprender Pekín, la ciudad de Tianjin y la provincia de Hebei, el valor medio anual de PM2,5 supera ampliamente, con 90 microgramos (µg) por metro cúbico, el umbral de los 10 µg fijados por la OMS, recuerda la Neue Zürcher Zeitung (8 de octubre).
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Motores diesel
Los motores de gasóleo o diesel consumen relativamente poco y son también eficientes, pero emiten mayores cantidades de dióxido de nitrógeno (NO2) y polvos sutiles respecto a otros propulsores. Tras acabar en el ojo del huracán a raíz del escándalo Dieselgate, el cual embistió de lleno al grupo automovilístico alemán Volkswagen, muchas ciudades del mundo han empezado a prohibir los automóviles con este tipo de motores.
Los alcaldes de cuatro capitales mundiales – Atenas, Ciudad de México, Madrid y París – anunciaron, con ocasión de la conferencia C40 Mayors Summit 2016, celebrada en Ciudad de México en diciembre de 2016, que prohibirán a partir de 2025 la circulación de autos de gasoleo, y en el pasado mes de febrero, también la justicia alemana dio luz verde al bloqueo de los vehículos alimentados con gasoleo.
El Bundesverwaltungsgericht, es decir, el tribunal administrativo federal con sede a Leipzig, estableció de hecho que cada ciudad alemana – en el caso concreto las de Düsseldorf (capital del Land de la Renania Septentrional-Westfalia) y de Stuttgart (capital del Land del Baden-Württemberg) – pueden prohibir la circulación de autos con motores diesel menos recientes y más contaminantes, los que tienen la homologación Euro 4 y Euro 5.
El tema del bloqueo de los motores diesel ha tenido mucho impacto en Alemania y ha jugado un papel importante en las elecciones regionales que se celebraron el 28 de octubre en Hesse, donde se desplomó la “gran coalición” o GroKo (Große Koalition) de la canciller Angela Merkel, la cual ha anunciado su próxima retirada.
Asma
Precisamente, el humo de los motores diesel, por la presencia en él de NO2, está ligado al aumento del asma: un nuevo estudio publicado el 24 de octubre en la revista especializada Environmental Health Perspectives ha calculado cuántas personas cada año acaban en urgencias por los ataques de asma desencadenados por las tres sustancias contaminantes (tanto causadas por el hombre como naturales): el dióxido de nitrógeno (NO2), el ozono (O3) y las partículas finas PM2,5.
De los datos recogidos por el equipo dirigido por Susan Anenberg, de la Milken Institute School of Public Health en Washington DC (EE.UU.), se desprende por ejemplo que las concentraciones de ozono provocan cada año de 9 a 23 millones de visitas a algún servicio de urgencias (ERV o Emergency Room Visits), o lo que es lo mismo, del 8 al 20% de todas las visitas por asma. El PM2,5 causa en cambio de 5 a 10 millones de visitas y el dióxido de nitrógeno, de 0,4 a 0,5 millones.
Del 12 al 30% de todos los ataques de asma, por tanto, pueden atribuirse al aire contaminado, y de ellos, casi la mitad (el 48%) de las visitas a urgencias por ataques de asma atribuibles al ozono y más de la mitad (el 56%) de las atribuibles al PM2,5 se registraron en el sudeste de Asia (India incluida) y en las regiones del Pacífico occidental. En lo que respecta a Europa, el estudio sugiere que el ’ozono y el PM2,5 eran responsables respectivamente del 7-18% y del 2-4% de todos los accesos a urgencias por asma en la región.
Se calcula que en 2015 aproximadamente 358 millones de personas sufrían de asma, de los cuales el 14% eran niños. La enfermedad, recuerda el estudio en la introducción, es la cuarta causa de años de vida vividos o discapacidad, llamados YLDs (Years Lived with Disability) en los niños en la franja de edad de 5-14 años, y la 16ª causa de YLDs en todas las franjas de edad.