El Pontífice alerta sobre posibles riesgos a nuestra libertad en tiempos de Black Friday y otras modas de consumo El Papa Francisco me hizo recordar algo que me ocurrió recientemente, pues afirmó: “No pocas veces, el deseo de libertad, -que es el gran don de Dios a su criatura-, ha tomado formas desviadas, generando guerras, injusticias, violaciones de los derechos humanos”.
Hace poco entré a un negocio de electrodomésticos de mi barrio y pedí un cartón de tinta para mi impresora láser. El vendedor me atendió con ojos de insomnio y apesadumbrado. Lo noté cuando discutimos cara a cara sobre el precio. El precio era mucho más alto del que había visto en una famosa red de ventas online.
Él me miró a los ojos y me dijo que debido al black friday y otras modas de consumo rápido, este año, la empresa donde trabajaba le había amenazado con reducir drásticamente su sueldo y no darle la prima de Navidad.
Con un solo sueldo y una familia de 4 hijos que mantener el hombre me miró y me dijo algo que me dejó sin respiración: “Si usted quiere es libre y puede comprarla online, sin embargo, mañana puede ser usted quien se encuentre en mi situación por ahorrar algunos euros. ¿Sabe a dónde iremos a parar los trabajadores y la clase media ante este salvaje consumismo de rebajas?”.
Las palabras de ese empleado retumban en mis oídos cuando leo en el mensaje del Papa la alerta sobre estas nuevas esclavitudes derivadas del consumo excesivo.
“La libertad vivida nunca se limita a administrar lo que sucede porque siempre contiene algo que va más allá”. Lo dijo en un video mensaje que ha enviado a los participantes en la octava edición del Festival de la Doctrina Social de la Iglesia sobre el tema “El riesgo de la libertad” que se realiza en la ciudad italiana de Verona del 22 al 25 de noviembre de 2018.
Entonces, para saber si algo nos esclaviza o no, podríamos considerar la reflexión del Papa que insiste: “La libertad nunca mata los sueños, sino que construye en la vida lo que muchos desean pero no tienen el valor de perseguir. Ciertamente, ser libre es un desafío, un desafío permanente: fascina, encanta, da valor, hace soñar, crea esperanza, invierte en el bien, cree en el futuro. Por lo tanto, contiene una fuerza que es más fuerte que cualquier esclavitud. ¡El mundo necesita personas libres!“.
Por eso, aquí presentamos tres aspectos que limitan la libertad, basadas en el discurso del Pontífice.