Este joven médico estadounidense que trabaja en un hospital infantil decidió bailar con sus jóvenes pacientes para devolverles la sonrisaSu movimiento de caderas haría que Michael Jackson se pusiera verde de envidia. Tony Adkins, médico adjunto del hospital infantil del Condado de Orange, California (Estados Unidos), practica una medicina muy particular. De hecho, este joven médico no se contenta con repartir diagnósticos con su bata blanca. Utiliza un método de atención un tanto particular: baila con sus jóvenes pacientes para reconfortar sus corazones. “Como muchos, también he superado muchas adversidades”, explica desde su muro de Facebook. “Mi filosofía en relación al tratamiento de los pacientes es individualizar a cada paciente y cada familia”.
Basta con mirar el rostro de esta joven en silla de ruedas, que parece estar encantada con el baile, para entender que este médico con pajarita no se equivoca en su método. El buen humor y la sonrisa dan buena fe de ello.
¿Te ha gustado leer este artículo? ¿Deseas leer más?
Usted está leyendo este artículo gracias a la generosidad suya o de otros muchos lectores como usted que hacen posible este maravilloso proyecto de evangelización, que se llama Aleteia. Le presentamos Aleteia en números para darle una idea.
20 millones de lectores en todo el mundo leen Aletiea.org cada día.
Aleteia se publica a diario en siete idiomas: Inglés, Francés, Italiano, Español, Portugués, Polaco, y Esloveno
Cada mes, nuestros lectores leen más de 45 millones de páginas.
Casi 4 millones de personas siguen las páginas de Aleteia en las redes sociales.
600 mil personas reciben diariamente nuestra newsletter.
Cada mes publicamos 2.450 artículos y unos 40 vídeos.
Todo este trabajo es realizado por 60 personas a tiempo completo y unos 400 colaboradores (escritores, periodistas, traductores, fotógrafos…).
Como usted puede imaginar, detrás de estos números se esconde un esfuerzo muy grande. Necesitamos su apoyo para seguir ofreciendo este servicio de evangelización para cada persona, sin importar el país en el que viven o el dinero que tienen. Ofrecer su contribución, por más pequeña que sea, lleva solo un minuto.