Un llamado que ocurre tras la legalización del cannabis Si bien se considera “progresista” la legalización de la marihuana, países como Canadá, en donde desde el pasado 17 de octubre se legalizó el uso recreativo de la droga, comienzan a ver efectos colaterales como, por ejemplo, la intoxicación en niños que consuman cannabis de forma accidental.
La legalización canadiense permite que mayores de 18 años de edad puedan poseer y portar hasta 30 gramos de marihuana o adquirirla en múltiples presentaciones (aún no en alimentos), lo que pudiera provocar dejar esos productos al alcance de los niños en el hogar.
Impactos negativos entre menores de edad
En Estados Unidos un Informe del grupo “Smart Approaches to Marijuana” realizado en los estados de Washington y Colorado, señaló con claridad que la legalización del uso de la droga ha tenido un impacto negativo en la salud y seguridad pública.
Según el documento, ha habido un aumento del consumo de marihuana entre los menores de edad; un aumento en el arresto de jóvenes afroamericanos y latinos; un incremento en muertes en accidentes de tráfico por conducir drogado, y más intoxicación y hospitalizaciones de niños vinculadas con el uso accidental de la marihuana.
En Canadá ya ha habido, también, estudios sobre el consumo accidental en niños, principalmente por golosinas, barras de chocolate y galletas elaboradas a base de cannabis, aunque también algunos niños a edad muy temprana se llevaron a la boca la hierba seca.
El Ministerio de Salud de Canadá estableció que la hierba seca y demás presentaciones de marihuana legal que ya se pueden adquirir en mercado abierto, deben estar empaquetadas y contener la inscripción “No se deje al alcance de los niños” en inglés y francés, las dos lenguas oficiales del país. También se ha pedido que no se consuma marihuana frente a los niños y que los productos que contengan cannabis se guarden bajo llave.
Según los especialistas en el tema, el consumo accidental de marihuana o de productos derivados de cannabis puede provocar en los niños reacciones negativas que van desde la somnolencia, las dificultades para respirar, convulsiones involuntarias, a un estado de shock que puede llegar hasta el coma.
Legalizar no hace un acto moralmente bueno
Mientras esto sucede, los obispos católicos de las provincias de Columbia Británica y Yukon en Canadá, reiteraron que “el simple hecho de que una actividad haya sido legalizada por el gobierno no significa automáticamente que es aceptable moralmente”.
Los prelados recordaron, en una carta pastoral sobre el tema que el consumo recreativo de la droga es inmoral, puesto que “inflige un grave daño a la salud humana y a la vida”.
“Los católicos buscan en las enseñanzas de Jesús, la Sagrada Escritura y en la Iglesia la guía sobre las materias morales. El uso recreativo de una sustancia simplemente por sus efectos intoxicantes en lugar de terapéuticos no está permitido”, refirieron los obispos de ambas provincias eclesiásticas en su carta.
Más adelante abundaron en el hecho que la intoxicación deliberada, ya sea a través del alcohol o de la marihuana, “es errada por varias razones”. En otra parte del documento dejaron en claro que hay que distinguir los posibles usos de la planta, los cuales pueden llegar a tener aplicaciones terapéuticas legítimas.
“Cuando no hay una necesidad médica genuina para usar una droga y es empleada solamente para causar ebriedad, éste es un comportamiento pecaminoso”, indicaron los obispos de la Columbia Británica y de Yukon.
Y, finalmente, advirtieron sobre el riesgo de problemas de salud y desórdenes mentales derivados del uso de la marihuana, especialmente por jóvenes. Cuanto más en los niños.
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