Todos nuestros hijos son únicos. Pero cuando tenemos uno solo en casa, aunque parezca menos trabajo, debemos hacer esfuerzos especiales para lograr que ese hijo reciba de alguna manera los retos y enseñanzas que podrían suceder naturalmente cuando comparten su vida con sus hermanos.
Ciertos estudios recientes afirman que los hijos únicos son más creativos e inteligentes, tienden a tener menos problemas en la escuela y con sus padres, por el contrario los hijos múltiples son menos dependientes, menos egoístas y tienen mejores habilidades sociales.
Existen virtudes que son mucho mas fáciles de adquirir para los hijos únicos:
- el orden,
- el manejo eficiente del tiempo,
- los buenos modales, etc.
Son hábitos que se inculcan más fácilmente cuando los niños tienen una atención personalizada y una supervisión uno a uno. Sin embargo virtudes como la generosidad, la adaptabilidad a su entorno o la empatía se practican más naturalmente con los pares, que en este caso serían los hermanos. Es por esto que los padres de hijos únicos tienen que fomentar situaciones en las que estas virtudes se puedan desarrollar desde una edad temprana.
Cada hijo tiene su temperamento y personalidad, sin embargo, aquí les dejamos algunos consejos que pueden ser efectivos a la hora de educarlos:
- Ayúdalo a encontrar “tribu”: ya sean primos, amigos de la escuela o un equipo deportivo, los hijos únicos necesitan contar con un grupo de pares con los que pase un tiempo considerable y con los que aprenda a desarrollar sus capacidades sociales. Las actividades extra curriculares, paseos o incluso campamentos de verano, son instancias en las que el niño puede aprender a convivir con otros y desarrollar muchas virtudes.
- Trata de romper a veces la rutina: los hijos únicos tienden a vivir en un mundo muy estructurado: nadie les toca sus cosas, no tienen que compartir su horario con nadie, y normalmente las cosas las encuentra exactamente donde las dejó. La estructura y el orden mental son habilidades muy importantes, sin embargo la adaptabilidad, la frustración y la improvisación nos ayuda a movernos en un mundo completamente cambiante. No pasa nada si un día invitas a un primo pequeño y le desordena el cuarto o le toca sus juguetes, o si tiene que esperar un rato más al salir del deporte para que lo vayas a buscar. Todas estas experiencias ayudan al niño a desarrollar su tolerancia a la frustración y lo ayudará a enfrentarse al mundo en un futuro.
- Evita “parentalizar al hijo”: como nos explica la psicóloga Lourdes Urdaneta: “en las familias con un único hijo hay que cuidar los espacios de Papá y Mamá. El hijo debe comprender que la díada más importante en esa estructura familiar es la de los padres. Cuando incluimos de manera permanente al hijo en la relación, conversación o decisiones de los padres, estamos transfiriendo al hijo una responsabilidad y un rol que no le pertenece”. De la misma manera Urdaneta afirma que “los padres deben evitar concentrar toda su energía emocional en ese único hijo, ya que su estabilidad emocional comienza a depender de si el hijo está bien o está mal. Los padres de hijos únicos deben esforzarse por repartir esta energía emocional en sus amigos, parientes y trabajo para no depender emocionalmente del hijo”.
- No cargues con culpas ni se las transfiera al niño: muchas veces los padres se sienten culpables de qué el niño no tenga hermanos y comienzan a observar su estructura familiar como incompleta. Además comienzan a tratar al niño como una víctima y pueden incluso excusar comportamientos o acciones de los niños, atribuyéndolas a no tener hermanos. Como padres tenemos que aprender a aceptar nuestra realidad, haya sido por decisión propia o no, nuestra estructura familiar es la que es y con ella debemos trabajar y sacar adelante nuestra familia. Los hijos únicos no son víctimas y tienen muchas oportunidades de desarrollar todos los aspectos de su personalidad.
- Anima a tu hijo a tomar sus propias decisiones y a ser independiente: muchos hijos únicos temen defraudar a sus padres y tratan siempre de complacerlos con lo que a los padres les gustaría que ellos hicieran. Anima a tu hijo a ser él mismo y a desarrollar sus gustos, que pueden ser muy distintos de los tuyos. Fomenta su libertad y su independencia, asegúrales que está bien que haga las cosas por su cuenta y que tu estarás bien si él toma su propio camino. Un niño seguro de si mismo, es un niño que es capaz de enfrentarse a los obstáculos de la vida solo, aunque sepa que sus padres siempre estarán a su lado para apoyarle.