El amor supera cualquier regla, aun las más exigentes
La familia real tiene que seguir una serie de pautas específicas y muy estrictas, pero más allá de las reglas de un protocolo exigente, la familia real ha demostrado romperlo muchas veces cuando se trata de amor: sea para estar con los hijos, mostrar afecto, ser un padre presente, incluir a los demás y cuidar a los seres queridos.
Estar presente en la sala de parto: La reina Isabel fue la primera madre real que le permitió a su esposo estar en la sala de partos cuando dio a luz a su hijo menor, el príncipe Eduardo. Cuando escuchó sobre la importancia de involucrar a los padres en el parto, se enamoró con esta idea y Philip se convirtió de ese modo en el primer padre real de la historia moderna en presenciar la llegada de uno de sus hijos.
Incluir a otros para celebrar la Navidad: La celebración navideña en la realeza tradicionalmente está reservada para la familia directa, por lo que según el protocolo no se pueden aceptar a personas fuera del círculo familiar más cercano. Sin embargo, la reina hizo una excepción para Meghan Markle, quien se unió a la familia durante la Navidad de 2017 para celebrarla juntos.
Tomarse de las manos y besarse en público: En la familia real las demostraciones públicas de afecto se consideran inapropiadas. Sin embargo, durante la primera salida de Meghan y el príncipe Harry como pareja en los Juegos Invictus en 2017, el dúo rompió el protocolo al acercarse, al igual que Kate y William cuando se besaron públicamente en 2011 en el Santa Barbara Polo & Racquet Club.´
Viajar con los hijos: El protocolo real prohíbe a los herederos directos en fila al trono volar juntos, pero en lugar de volar por separado de su hijo recién nacido en 2013, William eligió viajar al lado de George y Kate en el primer viaje oficial de la familia fuera del país y han continuado rompiendo este protocolo en los últimos años para pasar tiempo juntos.
Cuidar al cónyuge: En una gira por Australia Meghan sostuvo el paraguas para su esposo Harry mientras terminaba su discurso bajo un aguacero. Se quedó allí, firme protegiéndolo de la lluvia, mientras lo miraba con afecto demostrando que el amor está sobre todo y que una mujer puede cuidar de su hombre sin que haya roles de género cuando se trata de modales.
Dar un discurso espontáneo: El duque de York rompió el protocolo real durante un discurso muy emotivo en la recepción de bodas de su hija Eugenie que dejó a todos llorando. El orgulloso padre, el príncipe Andrew, no habiendo preparado un discurso para el gran día, pronunció uno muy sincero con chistes y recuerdos llenos de amor. También rompió el protocolo al darle un abrazo a su yerno y hablar del privilegio que significaba para él ser padre.