Algunos tenían sus temores al respecto, pero Pío IX no tenía reparo en dejarse fotografiar Cuando se ven fotografías o videos del papa Francisco que recorre en automóvil la Plaza San Pedro, se observan invariablemente miles de teléfonos celulares sostenidos en alto por la multitud para inmortalizarlo. En nuestra era digital, en donde prácticamente cualquiera tiene un dispositivo móvil, los Papas y demás personajes públicos son fotografiados miles de veces.
En la Roma de mediados del siglo XIX, obviamente, era muy distinto. Hoy es difícil imaginar, pero fue un periodo en donde los altos funcionarios eclesiales sospechaban de la nueva tecnología de la fotografía.
La historia nos dice que el primer Pontífice Romano en ser fotografiado fue Pío IX, elegido para el trono pontificio en 1846 quien murió en 1878. Se trata del segundo pontificado más largo de la historia después del de san Pedro, que según la tradición guió a la Iglesia durante 35 años.
El beato Pio IX era contemporáneo del presidente estadounidense Abraham Lincoln, inmortalizado en muchas fotografías famosas de Matthew Brady.
La página web ChurchPop hace referencia a que al menos uno de los cardenales de Pio IX, Giuseppe Pecci, no veía con buenos ojos la nueva tecnología de la fotografía. La pintura era para él “una presentación muy superior y más benévola de un ser humano”, y la Iglesia desde hacía tiempo tenía un papel prominente en la promoción de las artes. Pecci se rehusó a ser fotografiado durante la mayor parte de su vida, aunque al final concedió al menos una foto.
Pío IX, en cambio, “aceptó el nuevo medio y permitió ser fotografiado en muchas ocasiones”, recuerda ChurchPop.
El Papa que convocó el Concilio Vaticano I y proclamó el dogma de la Inmaculada Concepción está en línea con muchos otros Pontífices que han reconocido el potencial para la evangelización de muchas nuevas tecnologías, entre las cuales la radio, la televisión y el Internet.
Recientemente, sin embargo, el papa Francisco se expresó de manera critica en relación a la fotografía, incluso cuando solo estaba advirtiendo a las personas para que un deseo narcisista no las distrajera de lo que es importante, exhortándolas a estar realmente presentes en lo que viven, sobre todo la misa en el caso de los católicos.
“¿Por qué en un determinado momento el sacerdote que preside la celebración dice: ‘Levantemos el corazón’? No dice: ‘Levantemos nuestros móviles para hacer una fotografía’. ¡No, es algo feo!”, afirmó durante una audiencia. “A mí me da mucha pena cuando celebro aquí en la plaza o en la basílica y veo muchos teléfonos levantados, no solo de los fieles, también de algunos sacerdotes y también obispos”
El Pontífice también reprochó a quien se distrae y a los demás durante la misa sacando selfies, fotos y videos con el celular.