Las industrias alimentarias están en constante transformación, esto se debe a los cambios en las tendencias y exigencias de los consumidores y también a los avances de la ciencia y la tecnología.A pesar de que los cambios sociales, tecnológicos, económicos, climatológicos provocan transformaciones, los que más impacto tienen ahora son los consumidores.
Estamos poco a poco tomando más conciencia de nuestros actos, de nuestra salud, de lo que compramos, de nuestras prioridades y debemos aprovechar esta oportunidad porque la industria lo escucha y apuesta en base a nuestros intereses.
Este año se marcan 5 tendencias según AINIA, organización española con vasta trayectoria al servicio del desarrollo tecnológico sustentable,de gran impacto, y varias de ellas van de la mano con el cuidado de la casa común (en la carta encíclica Laudato sí del Papa Francisco), ya que se prioriza el cuidado del medio ambiente, la demanda de naturalidad y frescura en los alimentos o el interés por el origen del producto.
Veamos estas tendencias y su refleja positivo en nuestros hábitos alimentarios.
1. Productos enriquecidos para combatir el envejecimiento
La salud y el sentirse bien física y mentalmente es una las mayores preocupaciones de las personas mayores, pero también se ha extendido a la población más joven. Estas personas buscan por lo tanto que los alimentos, le prevengan enfermedades, o le ayuden a prevenir patologías propias de la edad.
Por su puesto que ningún alimento es mágico, pero si pueden ayudar a complementar y enriquecer nuestra alimentación, cuidando siempre la cantidad y la calidad adecuada. Por consiguiente, esta necesidad que plantean este grupo de la población ayuda a que la industria alimentaria se esfuerce por ofertar mejores y más saludables productos y así mantener y aumentar sus consumidores.
Un ejemplo pueden ser los yogures probióticos, enriquecidos con omega 3, alimentos más ricos en fibras que favorecen el tránsito intestinal, bajos en sodio y azúcar.
2. Lo vegano y las algas como snacks
Se buscan sabores nuevos y alternativos a la proteína de origen animal, apostando más a los alimentos con proteína vegetal. Por tanto, hamburguesas, milanesas de soja, y legumbres, harinas de distintos cereales pueden ser productos muy buscados, así como también pueden aparecer más snacks de este tipo.
En cuanto a las algas son uno de los que generan mayor curiosidad hace tiempo, y por tanto irán apareciendo cada vez más productos como fideos o snacks y platos elaborados en base a algas marinas.
En este sentido es bueno hacer que nuestra alimentación sea lo más variada posible, que busquemos distintas alternativas. Pero con un equilibrio, optar por aumentar no solo los alimentos con proteína vegetal sino también productos naturales realmente como las frutas, vegetales, frutos secos que son muy ricos en nutrientes.
3. Packaging ecológico, para eliminar el plástico en sus productos alimenticios
Al momento de tomar decisiones los consumidores están cada vez más conscientes y preocupados por la gestión de los materiales plásticos en el momento que compran un producto.
Principalmente las generaciones más jóvenes (millennials) son las que se replantean el uso que hacen ellos mismos de los materiales plásticos derivados del consumo de sus alimentos.
Pero algunos no saben cómo reciclar o disminuir el impacto que generan los plásticos en el medio ambiente. Una estrategia que plantean las empresas es brindar esa información a sus clientes a través de su packaging y ofrecer cada vez más envases sostenibles para proteger el medio ambiente y generar confianza en sus consumidores.
4. Apostar por industrias alimentarias sostenibles
Uno de los llamados de atención que hace el papa Francisco en su encíclica Laudato sí es a las industrias, empresas, gobiernos y por supuesto a la población a ser más cuidadosos con los cientos de toneladas que se producen de residuos por año, muchos de ellos no biodegradables: residuos domiciliarios, comerciales e industriales, que son altamente tóxicos y radioactivos.
Felizmente el consumidor ya no solo piensa en el alimento solo para su consumo y listo, sino que también está interesado en conocer más, con un interés especial sobre la conciencia ecológica de las empresas de los cuales provienen los alimentos que eligen para consumir.
Las empresas se están dando cuenta que el impacto sobre la sostenibilidad y el medio ambiente afecta cada vez más, no sólo en el modo de producción y la capacidad de reducir los costos, sino también y, sobre todo, en la reputación de la marca y en los consumidores.
Por eso encuentra la necesidad de comenzar a desarrollar e implementar cada vez más distintas estrategias donde promuevan y utilicen para la fabricación de sus productos energía renovables, tecnologías ecológicas, que sean eficientes, de bajas emisiones de CO2 y de tratamiento de residuos.
Aunque es un cambio que se está dando lentamente, y necesita tiempo para implementarse en muchos lugares es un muy buen comienzo.
5. Más productos locales, auténticos y diversos.
Los jóvenes millennials son los que más suelen buscar, apoyar y confiar en los pequeños productores que dedican su vida y pasión a elaborar un producto muy cuidado y especial, buscan en la marca honestidad, transparencia.
Por eso se ha puesto de moda y ha recobrado valor todo alimento, producto de elaboración artesanal, sostenible. Esto es desde una cerveza, a vegetales orgánicos de granjas locales, pequeñas, por ejemplo, porque buscan lo más natural, autentico, distinto, y esto obliga a las grandes marcas a atender esta necesidad y transformar su oferta.
Este es un cambio muy positivo, a nivel nutricional porque se prioriza la calidad de los alimentos, que sean lo mas naturales y variados posible, y también lo es en cuanto al cuidado de la producción local y medio ambiente.
Los consumidores están marcando cuál es el camino y el sector agroalimentario e industrial se está adaptando a sus necesidades poco a poco. Entre todos podemos colaborar para mejorar y construir una casa común más saludable.