Inesperada “visita” de unos contrincantes muy especialesUna delegación del Vaticano disputó un partido de cricket con un equipo de presidiarios argentinos en un penal de la Provincia de Buenos Aires. El St. Peter’s Cricket Club, integrado mayormente por seminaristas de procedencia asiática estudiando en Roma, disputó una partida de cricket y compartió un fraternal encuentro con “Los leones de Judá”, integrado por internos del pabellón 8, en la unidad 46 del Penal de San Martín.
El encuentro fue posible gracias a la fundación Cricket sin Fronteras, y el Hogar de Cristo, que articularon la actividad gracias a las gestiones de un interno y del padre José María Pepe di Paola, párroco en una parroquia cercana.
Los internos tuvieron la oportunidad de conocer el Cricket pocas semanas antes de la visita, pero con diez entrenamientos les alcanzó para comprender, gozar de jugarlo, y sobre todo, encontrar esperanza en un deporte de equipo como este. “Hoy en día estamos saliendo adelante por ellos, por el equipo, los profes, nos sacan adelante, nos dan más ánimo para seguir la vida, que continúa”, explicó al canal Orbe 21 tras el partido Lucas, uno de los “Leones de Judá”.
“Necesitamos esto para poder cambiar nuestras vidas. Porque afuera llevábamos vidas que no eran buenas. Por eso estamos en este lugar. Pero se puede, se puede cambiar”, aseguró Carlos, y en el mismo sentido, e ilustrando cómo la práctica del deporte es mucho más amplia que el aprendizaje de unas reglas y una técnica, se refirió Jorge, también en declaraciones a Orbe 21: “Gracias a nosotros, que oramos todos los días, noté un cambio en mí y en mis hermanos. Si no nos cambia una psicóloga, una asistente social, Dios te cambia. Gracias a Dios todos estuvimos juntos, unidos, jugamos contra un equipo de otro país, y eso es algo grande, inmenso para mí. Me llevo eso en mi corazón”.
En el deporte, explicó el padre Eamonn O’Higgins, capellán del equipo del Vaticano, “se transmite lo que uno es, lo que uno cree, cómo se quiere tratar al otro, al otro equipo, en un contexto más grande que el partido mismo. Nosotros buscamos no olvidar eso; no es simplemente como pasa en el mundo profesional quién gane el partido, se puede lograr mucho más que simplemente una victoria”. El hecho de venir a una cárcel en la que por una razón u otra las personas aquí sienten que están afuera de la sociedad, que es un castigo, y poder nosotros sacerdotes venir aquí, estar con ellos, quizá en una forma decirles que creemos en ti, estamos contigo, esperamos un futuro mejor”, completó.
Durante la visita a la Argentina, y de la mano también de Cricket sin Fronteras, organización que posibilitó la visita, el grupo de deportistas visitó además algunas de las poblaciones más humildes de Buenos Aires, en la villa La Carcova, de San Martín.