35 asesinados, 850 detenidos y 976 presos políticosUna escalada de represión y violencia se apoderó de Venezuela por parte de efectivos de seguridad del Estado y “colectivos armados” que atacan a las personas que protestan contra el régimen de Nicolás Maduro.
Desde el 22 de enero, el fatídico saldo rojo sigue en ascenso hasta ubicarse en –al menos- 35 asesinados; 850 detenciones arbitrarias de manifestantes (696 de ellas ocurridas el pasado 23 de enero), que incluyen además a 77 adolescentes (niños y niñas); y un total de 976 presos políticos.
Las cifras corresponden al balance presentado este lunes por la organización no gubernamental Foro Penal Venezolano, cuyos datos cuentan con el respaldo de la Organización de Estados Americanos (OEA), que las valida.
La reacción de la Iglesia ha sido permanente, inmediata y con pronunciamientos diversos desde sus respectivas instituciones. La Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) ha señalado:
“Lamentamos profundamente tanta muerte, dolor y sufrimiento de nuestro pueblo. La cifra de heridos, fallecidos, detenidos arbitrariamente, torturados y perseguidos que se han cometido en todo el territorio viola la dignidad y los derechos humanos de los ciudadanos”.
Mientras que el 25 de enero, la *Comisión de Justicia y Paz* –responsable de la red social Cáritas y de la acción pastoral en las cárceles- se pronunció por medio de un contundente y comunicado que titulan con una frase de San Oscar Arnulfo Romero: “En nombre de Dios, y en nombre de este sufrido pueblo, cuyos lamentos suben hasta el cielo… CESE LA REPRESIÓN”.
Tras recordar que “las condiciones de vida del venezolano vulneran su derecho a la alimentación, salud, trabajo y seguridad, unido a una emigración forzada reciente” que “se ve ahora agravada por una represión violenta contra quienes manifiestan su descontento”.
Las fechas coinciden. A un día del 23 de enero, 61 aniversario del fin de la dictadura en Venezuela, se presentaron protestas que derivaron en uso excesivo de “la represión y la violencia por parte de efectivos de seguridad del Estado y colectivos armados hacia las personas que protestan cívicamente”. El resultado: un número cada vez más alto de muertos que recuerda los peores episodios de 2014 y 2017.
“Es un clamor que grita: CESE LA REPRESIÓN”, escribió la Iglesia en Venezuela. Y exigió: “1. Respetar la vida y seguridad de todos los venezolanos, incluyendo los que protestan cívicamente. 2. Cesar la violación de Derechos Humanos y garantizar los derechos de todos los ciudadanos. 3. Frenar la represión sistemática antes el descontento popular”.
Llamado al Alto Mando Militar
Los prelados se dirigieron también una vez más al Alto Mando militar, recordándole, junto a los demás organismos de seguridad “que la violación de los derechos humanos y crímenes de lesa humanidad no prescriben”; así como que “la responsabilidad penal es personal y no justifica la obediencia a órdenes superiores”.
Reiteraron igualmente al estamento militar, su “deber de defender al pueblo de acuerdo con lo previsto en el artículo 328 de la Carta Magna, el cual prevé que la Fuerza Armada está al servicio de la nación”.
No obstante, reiteraron su llamado a todos los venezolanos “a no responder con violencia a las diversas provocaciones de las que están siendo objeto”, al tiempo que se unieron en oración “por los que han perdido la vida por estos acontecimientos” y aseguraron su “cercanía espiritual con los familiares de las víctimas”, pidiendo que María, Madre de la Iglesia y Reina de la paz, interceda por Venezuela.
Presidente interino de Venezuela
La escalada de tensión y violencia ocurre en Venezuela tras la juramentación el 23 de enero del diputado Juan Guaidó, jefe del Parlamento –considerado el único poder legítimo del país por la comunidad internacional- como presidente interino del país.
La acción de la Asamblea Nacional obedece a la ilegítima toma de posesión de Nicolás Maduro para un nuevo período presidencial, tras unas elecciones consideradas fraudulentas por la Iglesia y buena parte de la comunidad internacional.
De momento, Guaidó cuenta con el respaldo y reconocimiento de Estados Unidos, que avaló incluso al también líder político Carlos Vecchio como Encargado de Negocios y representante diplomático del país es la nación del norte.
EEUU no está solo en el grupo que lidera el respaldo a Guaidó como presidente interino. Le acompañan Canadá y Australia junto a la amplia mayoría de América Latina, incluidos Chile, Brasil y Colombia. Mientras que Europa –con el liderazgo de Francia, España y Alemania- le dieron un ultimátum a Maduro para que convoque a elecciones.
Este lunes, en la primera rueda de prensa de la Casa Blanca, se anunciaron sanciones contra la petrolera estatal venezolana PVDSA. Se reiteró el respaldo a Guaidó y se aclaró que “los aliados” recibirían con alegría el encargo de cubrir el crudo criollo que falte “durante la transición”.
El Secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, justificó las acciones con una frase paticularmente realista y lapidaria: “Es una tragedia tener crisis humanitaria en un país con tantos recursos como Venezuela”.