El Pontífice también envía carta a presas en Argentina y anima a que la cárcel no sea un lugar de dolor, sino un laboratorio de esperanza El papa Francisco pidió que la cárcel sea un laboratorio de humanidad y no un lugar de dolor y sufrimiento. Además, ha confirmado en la audiencia de hoy al personal de una cárcel romana que llama por teléfono cada quince días, los domingos, a los presos de un penitencial en Buenos Aíres, su antigua arquidiócesis, para que sientan su cercanía.
“Estoy muy cerca de los prisioneros y de las personas que trabajan en las cárceles”, expresó, este jueves 7 de febrero de 2019, al dirigirse al personal de la Casa Circondariale “Regina Coeli” de Roma en el aula Pablo VI del Vaticano.
Manifestó su afecto y oración hacia los empleados de las cárceles y les instó para que puedan contribuir, con su trabajo, a “hacer de la prisión, un lugar de dolor y sufrimiento, también un laboratorio de humanidad y esperanza”.
“En la otra diócesis [Buenos Aires] a menudo iba a la prisión; y ahora, cada quince días, los domingos, hago una llamada telefónica a un grupo de prisioneros en una cárcel que visitaba con frecuencia”, contó.
“Estoy cerca a ellos. Y siempre tuve una sensación cuando entraba en la prisión: “¿por qué ellos y no yo?”. Este pensamiento me ha hecho mucho bien. ¿Por qué ellos y no yo? Podría haber estado allí, pero no, el Señor me ha dado la gracia de que mis pecados y mis fallas han sido perdonados y no vistos, no lo sé. Pero esa pregunta ayuda mucho: ¿por qué ellos y no yo?”.
Conocidas son ya las imágenes del Papa Francisco lavando los pies a los presos:
Asimismo, recientemente, se ha dado a conocer de una carta muy esperanzadora del Papa dirigida a un grupo de presas en Argentina que le habían escrito. “Ustedes están privadas de su libertad, no de su dignidad ni de su esperanza”.
El Pontífice se solidarizó con una serie de cartas que las presas, recluidas en la Unidad N°31 del Centro Federal de Detención para Mujeres de Ezeiza, le enviaron antes de fin de año donde le contaban sus historias, sus angustias y sus problemas.
La carta, a la que tuvo acceso el Vatican Insider, se conoció este miércoles pero está fechada el domingo 3 de febrero. Francisco les agradeció “de corazón” sus palabras y destacó: “Jesús nos invita a dejar la lógica simplista de dividir entre buenos y malos para ingresar en otra dinámica, capaz de asumir la fragilidad, nuestros límites y pecados, y así poder salir adelante. Y podemos hacerlo porque la misericordia del señor nos abraza a todos”.
Además, señaló: “La cárcel no puede ser reducida a un castigo, la sociedad tiene la obligación de procurar su reinserción, no su descarte. La reinserción comienza creando un sistema que podríamos llamar de salud social, es decir, una sociedad que procure que no se enfermen las relaciones en el barrio, en las escuelas, en las plazas, en las calles, en los hogares, en todo ámbito de la vida en común. Y, sobre todo, una sociedad sin excluidos ni marginados”.
En su último viaje a América Latina con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud celebrada en la ciudad de Panamá, Francisco se encontró con los jóvenes del Centro de Cumplimiento de Menores “Las Garzas”, el viernes 25 de enero de 2019 y les animó con un enérgico discurso, para recordarles que a pesar de la murmuración y del chisme de los que se creen “puros”, Jesús les mira como miembros de su familia: “no puedo perderte en el camino, estoy aquí contigo”.