Un plato típico del país sudamericano también vinculado a la tradición jesuítica-guaraní ¡Los paraguayos lo hicieron de nuevo! Otra vez se metieron en el corazón del papa Francisco. Y esta vez gracias a una delicia culinaria: la denominada chipa (también chipá).
Luego de que en la última semana de enero el Papa le preguntara a un sacerdote paraguayo que le ofreció un mate tras una audiencia general si había “traído la chipa”, este miércoles 6 de febrero un grupo de jóvenes sorprendieron al Papa llevándole este alimento para que lo degustara. Y así fue. El Papa no lo dudó y lo comió (ver video).
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Ahora bien, luego de esta anécdota, muchos se empezaron a preguntar qué es la chipa y por qué le gusta tanto al papa Francisco. Efectivamente, la chipa es un verdadero símbolo de la identidad paraguaya (también conocida en algunas regiones de Argentina y Brasil, por ejemplo) y se caracteriza por ser una masa elaborada a base de almidón de mandioca y queso.
Es común que este alimento acompañe a los paraguayos durante todos los momentos del día. Tanto en el desayuno, también como un tentempié y hasta como acompañante de otras comidas. En la ruta, en los diversos caminos y hasta en reuniones sociales es común encontrarse con sus diversas variedades y recetas.
“Pan sagrado”
Pero la chipa –además de ser un gran acompañante del mate o tereré- esconde otra particularidad, pues de alguna manera forma parte de la herencia jesuítico-guaraní, algo que para muchos también ha sido definido como un verdadero “sincretismo gastronómico” en el sentido de que sus ingredientes formaban parte de la cultura guaraní (algo que luego fue complementada con otros alimentos gracias a los jesuitas durante las misiones de los siglos XVII Y XVIII).
Al mismo tiempo, este alimento adquiere mayor relevancia luego de una investigación a cargo de la historiadora paraguaya Margarita Miró, quien en su libro “La Alimentación y la Religiosidad Paraguaya” sostiene que el aporte misionero de alguna manera elevó a la chipa a la condición de “pan sagrado” (presente a la hora del catecismo y evangelización).
“Debido a que no tiene levadura, el consumo de chipa se incluyó en los ritos de la Navidad, la Semana Santa o el Día de la Cruz; y no se descarta que a veces fuera utilizado en la consagración de la misa”, expresó hace un tiempo la historiadora a través de un informe de EFE reproducido por Última Hora.
En ese sentido, su vínculo con lo religioso de alguna manera persevera hasta estos días, pues en Semana Santa es común que la chipa se convierta en el alimento más frecuente durante el Viernes Santo.
En tanto, a la hora de encontrar alguna explicación al acercamiento del Papa a este producto y su gusto hay que remontarse a la época como arzobispo de Buenos Aires (Argentina), momento en el que tenía especial cercanía a las comunidades de paraguayos asentadas en las villas (asentamientos irregulares). Pues al emigrar los paraguayos llevaron consigo también su identidad, de la cual Francisco se ha convertido en testigo privilegiado.
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