Los cambios de estación también suponen cambios en la alimentación. Inconscientemente vamos adaptando lo que comemos al clima frío o al calor. En la consulta en esta temporada es frecuente el relato de las personas “¡con este frío el cuerpo me pide algo calentito!,” o “¡comer ensaladas me da frío!”. Es cierto y lógico pero muchas veces el problema es que elegimos alimentos hipercalóricos y se come más cantidad. Esto por lo general tiene un efecto no deseado, llega el calor, y nos enfrentamos con la sorpresa de los rollitos y el sobrepeso adquirido en estos pocos meses debido a un descontrol en la alimentación.
Sin embargo, es normal que en otoño e invierno predominen los menús más calentitos, porque está relacionado a aspectos sensoriales, deseamos una comida reconfortante de la misma manera que buscamos eso en la temperatura ambiente que nos rodea.
Por otra parte, son muchos los que hacen una asociación errónea: lo caliente con más calorías y lo bajo en calorías con lo fresco. Y esto no es cierto porque se puede y se debe buscar siempre el equilibrio sobre todo a la hora de la elección de alimentos, su modo de preparación, y en las cantidades consumidas.
Te invito a observar y elegir lo que nos ofrece la sabia naturaleza en esta estación del año y que estés atento a lo que nuestro cuerpo necesita para llevar de la mejor manera posible los típicos resfriados y gripes propias de este tiempo. Para ayudarte te planteo algunos alimentos saludables para tener en la despensa como si fuera un botiquín de primeros auxilios para recurrir a diario.
Botiquín de alimentos para combatir el frío saludablemente
Vegetales de color verde, como por ejemplo la espinaca, la escarola, la col o la kale, que está tan de moda. Son poco calóricos y su color verde le confiere propiedades nutritivas como vitaminas C, A y E. Ayudan a acortar la duración de resfriados. Por otra parte son fuente de fibra y son las que poseen mayor cantidad de hierro y calcio en comparación con los demás vegetales.
La cebolla es rica en minerales como magnesio, potasio, flúor, también en vitamina C y del complejo B. Ayuda mucho ante un resfriado, para combatir la tos y la gripe. Se puede utilizar en caldos, cremas, guisos, ensaladas o que mejor que haciendo una sopa de cebolla calentita.
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El ajo, al igual que la cebolla ayuda a inhibir la acción de compuestos inflamatorios, lo que favorece la reducción de la congestión de las mucosas. Se puede añadir en diferentes platos, usar para saborizar el pan, en sopas y mucho más.
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Limón. Infaltable en nuestra cocina, porque contiene flavonoides, vitamina C. Es antiséptico, ayuda a realzar el sabor de las comidas. Es un alimento muy versátil, lo podemos usar como aderezo en una ensalada, en un jugo, en distintos platos o para prepararnos un delicioso y reconfortante té de limón y jengibre cuando estamos con mucho frío.
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Frutas cítricas. El kiwi, pomelo, mandarina, naranja son al igual que el limón buenas alternativas ricas fibra, agua, vitaminas y minerales para utilizar entera en desayunos o merienda, como postre, o snack saludable.
Especias como la canela y el tomillo son ideales para tener a mano en el momento de cocinar. La canela sirve para agregarle a una fruta cruda o cocida, en licuados, jugos o infusiones, porque es digestiva e inhibe el hambre, por lo que en el invierno cuando tendemos a querer comer un poco más puede ser un gran aliado. El tomillo favorece la digestión y además es expectorante, se le puede usar en carnes, salsas, panificados.
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Jengibre fresco es un antimicrobiano y antiséptico, útil para realzar el sabor de las comidas y aromatizar, desde un pollo, agregar a salsas o infusiones.
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Además de los alimentos y especias mencionados, recordar que nuestra dieta debe ser lo más variada posible con alimentos de buena calidad nutricional como verduras y hortalizas de temporada, cereales integrales, legumbres, frutos secos y semillas.
Las infusiones, las sopas de vegetales y legumbres caseras, ensaladas tibias de verduras con arroz integral o fideos, incluyendo algunas de las opciones sugeridas del botiquín son buenas alternativas para combatir el frío sin agregar calorías innecesarias y comer sano también en invierno.