Hasta el momento son, al menos, 152 sacerdotes separados del ministerio por pederastia en los últimos nueve añosLos obispos de México, “conscientes de las graves consecuencias del abuso sexual infantil” en el país, aprobaron en noviembre de 2018 la creación de un Equipo Nacional para la Protección de Menores, coordinado por la Secretaría General de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM).
Se trata de un equipo multidisciplinario integrado por obispos, sacerdotes y laicos especializados e independientes, con amplia experiencia en materia de abusos sexuales a menores. Buscará prevenir, detectar, apoyar y atender casos de abuso sexual infantil en el ámbito eclesial, particularmente en el diocesano.
Por su parte, el presidente de la CEM y arzobispo de Monterrey, Rogelio Cabrera López, informó a los medios que “al menos 152 religiosos han sido suspendidos en México en los últimos nueve años por supuestos abusos sexuales contra menores”. Algunos están en la cárcel, otros ya pagaron su culpa y otros están en juicio.
Coincidiendo con la afirmación del Papa Francisco, que la Iglesia católica nunca más encubrirá o subestimará los abusos sexuales en contra de los menores de edad (tampoco los abusos de autoridad con seminaristas), el arzobispo mexicano ha dado, sin regateos, un paso adelante al difundir el número tan abultado de pederastas separados de su ministerio y juzgados por la ley civil.
Quizá a víctimas y defensores les parezca “un paso tardío”, como lo expresó en su momento el ex sacerdote Alberto Athié, una de las principales voces de acusación del fallecido Marcial Maciel. Hay que recordar que el presidente de la CEM, el arzobispo Cabrera López, apenas si tiene tres meses en el cargo y que ya el 22 de enero de 2019, se reunió con algunas víctimas, entre ellas José Barba, uno de las víctimas del propio Maciel.
El presidente de la CEM habló, durante una conferencia de prensa, de crear una instancia para recopilar información sobre este enorme problema y poder actuar con mayor celeridad hacia la “tolerancia cero”. El arzobispo Cabrera López recalcó que los obispos mexicanos tienen la obligación “de dialogar, de entender, de superar y de castigar todo aquello que vaya en contra de menores o de adultos vulnerables”.
Asimismo, comentó que “en México no hay un centro que recopile toda la información porque cada obispo es el que enfrenta estos problemas, espero muy pronto tener el conteo para hacérselo saber a la sociedad. Es un deber nuestro decir como están las cosas en México”
Los compromisos de la “tolerancia cero”
Para enfrentar esta última realidad, el Equipo Nacional de Protección –apenas instalado el pasado 7 de enero—reiteró el compromiso de la CEM hacia la “tolerancia cero”, ofreciendo múltiples acciones para crear una cultura de prevención, atención y respuesta.
Por principio de cuentas, elaborará unas líneas guía del Procedimiento a seguir en casos de abuso sexual de menores por parte de clérigos, basadas en las disposiciones de la Congregación para la Doctrina de la Fe, y aprobadas en la última Asamblea de la CEM (en noviembre de 2018). Estas línea tienen su base en disposiciones del Papa Francisco, a través del cardenal Sean O´Malley, quien preside la Comisión Pontificia para la Protección de Menores.
También van a elaborar un protocolo de protección de menores sustentado en la legislación vigente en México, con el fin de establecer criterios para la prevención y, en su caso, sanción canónica y penal en contra del probable responsable, brindando todo el apoyo y asistencia con todas las fuerzas a la víctima y a su familia.
Por lo demás, se han capacitado ya a voceros y obispos diocesanos sobre cómo actuar en caso de abuso a menores al tiempo que se sigue llevando a cabo –desde hace ya varios años—“un trabajo exhaustivo de revisión y fortalecimiento de la inscripción y formación en los seminarios de México”.
“Esperamos que con la tolerancia cero disminuyan los casos de delitos y que también los obispos se pongan las pilas en estas situaciones y como o manda la ley informar inmediatamente al ministerio público”, terminó diciendo en su rueda de prensa el arzobispo de Monterrey y presidente de la CEM, Rogelio Cabrera López
Que la Iglesia católica en México ha cometido errores, qué duda cabe. Pero es en México y en el mundo, quizá la única institución que los reconoce. Y los enmienda, pidiendo perdón.