Ecuador y una obra de arte urbano que ayuda a visibilizar la labor de las mujeres indígenas Es una zona muy transitada y cercana al Centro Histórico de Quito (Ecuador). El movimiento no para, pero desde ahora, gracias a un mural de 50 metros establecido en un edificio, es posible hacer una pausa.
Tomarse un momento, mirar hacia arriba y contemplar la belleza del arte urbano desarrollado ahí, bien vale la pena, pues este trabajo representa el mejor homenaje que la mujer indígena podría recibir.
Efectivamente, en el mural es posible observar mujeres de diversas zonas de la Amazonía, también andinas, e interpretar el verdadero mensaje: visualizarlas como auténticas custodias de la naturaleza, la “casa común” como nos recuerda el papa Francisco (Laudato Sí).
Es ahí donde el colorido, y en particular lo referente a la vegetación y la selva, se hace latente para entender más cuál es su rol y por qué defensa merece reconocimiento.
“Lo que simboliza es la lucha de las mujeres en resistencia en defensa de la vida de la Madre Tierra, de la semilla, de la ‘Aipa Mama’ (voz kicwha para tierra)”, Carmen Lozano (Loja, Ecuador), una de las mujeres que aparecen en el mural, reproduce La Hora en base a EFE.
Gracias a esto también cobra relevancia la mazorca, “fuente de vida, de lucha y reivindicación de los pueblos”, tal cual agrega.
Este cultivo, gracias al avance de los transgénicos, así como de la explotación minera y grandes empresas como hidroeléctricas, ahora está amenazado y las mujeres indígenas tienen mucho que decir.
De esta manera, a través de esta obra, queda demostrado que aquello de “darle voz a los que no tienen voz”, también puede ser retratado a través del arte urbano.
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