El padre Pravin D’Souza, sacerdote de la Arquidiócesis de Bombay, India, cuenta como descubrió su vocación cuando trabajaba en un país musulmán. El P. D´Souza proviene de una familia católica de clase media y es el segundo de tres hermanos. Recibió una base sólida y firme en la fe. “Esto incluyó enseñarnos las oraciones, la participación regular en los sacramentos y los servicios para-litúrgicos como las estaciones de la cruz y las novenas en honor de la Madre María. Aunque la formación en la fe que recibí en casa no afectó directamente mi decisión de ser sacerdote, ciertamente siento que ha sido fundamental en mi respuesta positiva”, afirma.
En un país musulmán
Cuenta como Dios le fue dirigiendo hasta descubrir su vocación: “En un principio no tenía la intención de ser sacerdote y, por lo tanto, después de terminar mi carrera en la universidad y después de tres años de entrenamiento práctico para convertirme en Contador Público, comencé a trabajar, primero, durante cuatro años en Mumbai como Ejecutivo de Cuentas y luego durante dos años en Sharjah, Emiratos Árabes Unidos, como Contador Senior.
Y lo curioso es que, justo mientras trabajaba en Sharjah, en un país musulmán, sentí que el Señor me llamaba a ser sacerdote. Hay que saber que, siendo los Emiratos un país de gran mayoría islámica, el día de descanso semanal allí es el viernes. Por lo tanto, todos los viernes yo solía ir a misa a la iglesia de St. Michael, en Sharjah. Durante la Eucaristía, cada vez que miraba la cruz que estaba en la pared del santuario detrás del altar, en mi interior sentía un llamado, una voz desde dentro que me decía: “Sígueme”.
Esto solía ocurrir casi todos los viernes y esa voz era bastante constante y persistente. Como era nuevo en ese lugar, casi no conocía a ningún sacerdote o religioso con quien compartir esta experiencia mía. Fue solo durante mis vacaciones anuales, cuando volví a Mumbai, que compartí esta experiencia con el párroco, quien me dirigió al seminario. El llamado del Señor fue tan fuerte que decidí dejar un trabajo muy bueno y satisfactorio y entré al seminario el 22 de junio de 2007. Después de terminar los ocho años de formación, fui ordenado sacerdote el 11 de abril de 2015”.
Quinientos mil católicos
La Arquidiócesis de Bombay, a la que pertenece, es una de las principales diócesis de la India. Tiene alrededor de quinientos mil católicos en ciento veinticuatro parroquias. Está encabezada por un arzobispo y cuatro obispos auxiliares. Prestan servicio 311 sacerdotes diocesanos incardinados y un buen número de presbíteros, religiosos y monjas que trabajan en diversas instituciones, escuelas, colegios, servicios sociales, centros de misión etc.
“Los fieles católicos en Mumbai son muy distintos entre ellos, pues proceden de diferentes regiones de la India. Muchos de ellos son católicos que nacieron y se criaron en Mumbai y sus alrededores. Para atender las necesidades espirituales de esta población tan diversa, en nuestras parroquias tenemos la Santa Misa y otros servicios para-litúrgicos en diferentes idiomas como el inglés, marathi, konkani, hindi, tamil”, relata.
Un apostolado importante que se lleva a cabo en su Arquidiócesis es él de la educación. “En nuestras escuelas, brindamos educación de calidad a todos los niños, independientemente de su casta, credo, religión, situación financiera, etc. Es un desafío pastoral trabajar en la situación multirreligiosa de la India, donde el cristianismo es una minoría. Por lo tanto, todavía necesitamos más sacerdotes y religiosos para poder atender las necesidades espirituales de todos los católicos”.
En Roma
Actualmente, se encuentra en Roma para cursar la Licenciatura en Teología Dogmática en la Universidad Pontificia de la Santa Cruz y vive en el Colegio Sacerdotal Altomonte.
“Aquí en Roma siempre me acuerdo de aquellos que han hecho posible mi formación en esta ciudad y en este país y siempre rezo por ellos: siento que siempre tendré una deuda con ellos por su ayuda y asistencia, y no solamente yo, sino toda mi diócesis y mi Iglesia particular. Estoy seguro de que Dios les bendecirá abundantemente a ellos y a sus familias”.
Centro Académico Romano Fundación CARF, nació en 1989, y ayuda fundamentalmente a la formación integral de sacerdotes y seminaristas de la Universidad Pontificia de la Santa Cruz (PUSC), de las Facultades de Estudios Eclesiásticos de la Universidad de Navarra (UNAV) y de los Colegios Eclesiásticos Internacionales Sedes Sapientiae y Bidasoa.