La Iglesia se manifiesta sobre una situación que se acrecienta con respecto a los campesinos y comunidades indígenas “Corré Derlis, por favor, corré. Te van a matar”. Una frase corta, pero estremecedora y pronunciada en guarní. Pertenece a la esposa de Derlis López, un integrante de la etnia ava guaraní chiripá en Paraguay.
Sucedió en una zona fronteriza con Brasil en octubre de 2018 y tiene que ver con el ataque de paramilitares brasileños a la comunidad indígena de Takua’i ubicada cerca del río Piraty.
La familia de Derlis y otros miembros de la comunidad fueron duramente atacados a balazos y sus hogares –al igual que una pequeña iglesia. quemada. Derlis logró huir e internarse en la selva, lugar que le sirvió de refugio para luego contactarse con un pueblo cercano y pedir ayuda.
Como trasfondo, la usurpación de tierras y el ataque de paramilitares.
“Exigimos al Estado que devuelva las tierras a las comunidades. El Gobierno tiene la responsabilidad de garantizar nuestra cultura. El Ejecutivo debe resolver nuestra situación, no queremos que se derrame más sangre indígena. No merecemos morir, ni más violencia”, señaló posteriormente Derlis a El País de Madrid.
La historia de Derlis, reproducida por El País de Madrid, por estos días vuelve a zona fuerte debido a que el reclamo de los indígenas con respecto a la devolución de tierras ancestrales en Paraguay no cesa.
Incluso, en las últimas semanas ha generado conmoción la muerte del joven indígena Francisco López en la Plaza de Armas de Asunción, lugar que se ha transformado desde hace unos meses en zona de campamento.
Vivir como extranjero en la propia tierra
Pero no solo los indígenas son quienes sufren persecuciones, sino también los propios campesinos.
En las últimas horas, durante el inicio de la Cuaresma, quien se pronunció de forma contundente al respecto fue Juan Bautista Gavilán, obispo de Coronel Oviedo, capital departamental de Caaguazú. Entre otras cosas recordó la situación de creciente expulsión que se registra en Paraguay, tanto en el campo como en la ciudad, recuerda un informe de Última Hora.
Además de denunciar el tema de los nativos y sus tierras ancestrales, el obispo indicó que muchos campesinos “viven como extranjeros en sus propias tierras”.
“A diario, vivimos tensionados de qué pasará con este grupo de expulsados de sus tierras, qué pasará de los paraguayos que viven como extranjeros en sus propias tierras, en su patria”, expresó.
Las declaraciones del obispo también coinciden con una reciente situación –que trascendió en medios como La Nación– de desalojo a manos de la Policía en una zona con más 100 asentamientos irregulares, momento cargado de tensión, violencia y que terminó con incendios en los predios. Aunque en este caso, a diferencia de otros, se trabaja de una ocupación en predios, algo que tampoco ha estado exento de denuncias con respecto a presiones del gobierno para la venta de tierras, entre otras cosas.
Por último, el obispo también hizo referencia a la cuestión de la custodia de la “casa común” y el atropello a los hermanos.
“Nos hacemos daño a nosotros mismos y herimos de muerte a nuestros próximos. Cuando nos alejamos de Dios y no respetamos a nuestros prójimos ya somos insensibles frente a la creación y practicamos todo tipo de atropellos contra la madre naturaleza, ya sea contra los animales, las plantas, el aire que no es nuestro”, indicó.
Te puede interesar:
Paraguay: “¡Cesen de matar a sus hermanos!”, el clamor tras indígena asesinado
Con información en base a El País, Última Hora y La Nación