El buzo que se salvó de milagro luego de haber sido atrapado y escupido por una ballena Los relatos bíblicos nos hablan de tres días y tres noches. Sin embargo, la curiosa experiencia que vivió el buzo y defensor del medioambiente sudafricano Rainer Schimpf sucedió en un “santiamén” (como suelen ser también muchas cosas en el Siglo XXI).
El hecho, que hoy asombra al mundo, sucedió mientras filmaba un cardumen de sardinas. Pero en determinado momento, y de la manera menos esperada, un cetáceo -de 15 metros de largo y 25 toneladas de peso- lo atrapó con su boca y lo escupió.
“Había empezado a filmar delfines, tiburones, alcatraces , pinguinos y cormoranes que se alimentaban de sardinas cuando, llegando desde el fondo, un rorcual de Bryde surge súbitamente”, dijo a AFP este hombre, cuya historia –que fue registrada gracias a quienes lo acompañaban en el mar, su esposa y un fotógrafo- hoy conmueve a las redes sociales.
“Sólo fueron unos segundos, hasta que el rorcual se dio cuenta de su error y abrió la boca para escupirme”, agregó este hombre, quien se salvó verdaderamente de milagro.
https://youtu.be/ChcEb6mlEUo
El verdadero Jonás
En tanto, lejos de esta curiosidad, el relato del verdadero Jonás -el famoso profeta arrojado al mar y vinculado a los ninivitas, considerados paganos por los judíos, que estuvo tres días en el vientre de un pez hasta que luego de rezar intensamente fue escupido- sigue atrapando a las nuevas generaciones, y deja una gran enseñanza de misericordia que lo único que hace es reafirmar que “Dios salva a todos los hombres”.
He aquí la súplica de Jonás luego de ser tragado por el pez: “En mi angustia llamé a Yavé y me respondió, grité desde el lugar de los muertos y tú oíste mi voz”.
El relato culmina con la orden de Yavé y la expulsión del Jonás del vientre del pez.
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