En algunos de los lugares más afectados por la violencia y la pobreza en el mundo, Catholic Relief Services defiende la dignidad humana al empoderar a las mujeres para mejorar sus vidas y sus familias, y para sanar sus comunidades.Los programas de CRS promueven la igualdad social y la inclusión de las mujeres en América Latina y África Occidental al ayudarlas a transformar sus roles en la sociedad—desde ciudadanas de segunda clase hasta pacificadoras, dueñas de negocios y creadoras de oportunidades.
Elevar la posición de la mujer a través del espíritu empresarial
Trascender los estereotipos de género es difícil para las mujeres en algunas culturas. En Liberia, la condición de la mujer ha sido tradicionalmente segunda a la de los hombres. Es un país frágil, uno de los más pobres del mundo, que aún se está recuperando de una guerra civil de 14 años que terminó en 2003. A pesar de ser el primer país de África en elegir a una mujer como presidente en 2011, a las mujeres de Liberia se les han otorgado pocos derechos y poca autonomía económica.
Sin embargo, esfuerzos como el programa Activando una plataforma de apoyo para jóvenes emprendedores rurales (ASPYRE, por su sigla en inglés) de CRS, están ayudando a las mujeres jóvenes de las comunidades rurales a lograr su independencia económica a través del espíritu empresarial.
El programa de un año de duración proporciona capacitación empresarial y microcréditos para impulsar a las pequeñas empresas, desde la venta de alimentos hasta la agricultura. Los participantes en el programa aprenden contabilidad básica y cómo crear planes de negocios y establecer cuentas de ahorro—e incluso cómo hacer una presentación a los expertos locales al estilo de Shark Tank para una inversión de microcréditos en su empresa emergente.
“Este proyecto puede mejorar la vida de las personas y darles oportunidades”, dice Eunice Bellewah, de 23 años, que vino a ASPYRE con la esperanza de ampliar su negocio de venta de bocadillos. “Aprendí a ser creativa e innovadora durante las capacitaciones de CRS—aportar nuevas ideas”, dice Eunice. “Con el microcrédito, contrataré a alguien para ayudar a aumentar mi producción, luego mi negocio crecerá a un nuevo nivel”. Otra participante, Mary Gbono, de 26 años, pudo lanzar su plan para ampliar su negocio de venta de donas tradicionales. Ella dice que el microcrédito que recibió “ayudará a que mi negocio crezca. Ayudará a mi familia. Tendremos una vida mejor”.
Actúa para apoyar a las mujeres en el mes de la Mujer. Solicita al Congreso que apoye el financiamiento de programas internacionales que empoderan a las mujeres alrededor del mundo.