Para amplificar el sonido y mejorar la acústica de sus iglesias en la época medieval, los monjes de Occidente dotaron a sus edificios con un ingenioso sistema…En forma de ánfora, con cuello acampanado o cerrado, con un mango o pico … en las paredes de muchas iglesias medievales, se encontraron miles de ollas de terracota insertadas en la mampostería. Desde que se reveló su existencia, los investigadores comenzaron a comprender la razón de su presencia en las paredes. Y el misterio parece haber sido resuelto. También se lanzará un importante programa de investigación europeo en los próximos meses para obtener más información.
¿Pajareras? ¿Sistema térmico? ¿Técnica para aliviar las bóvedas? … Durante años, los investigadores han concentrado sus cabezas en estas macetas sin poder encontrar una explicación.
Hace poco, con motivo de la restauración de la abadía de Notre-Dame-des-Anges en Finistère (Francia), en 2016, un arqueólogo, Bénédicte Bertholon, y un acústico, Jean-Christophe Valière, pudieron estudiar 110 vasijas de mampostería en paredes. Con la ayuda de musicólogos del Centro de Estudios Superiores del Renacimiento de Tours (Indre-et-Loire), los investigadores han podido deducir que estas macetas se utilizaron realmente … ¡para amplificar el sonido! Con sus aberturas justo fuera de la pared, las ollas funcionaban como cajas de sonido.
Animados por su descubrimiento, los dos investigadores le pidieron a Michel Le Gentil, un alfarero y ceramista del arte, que reprodujera estas macetas de manera idéntica para realizar mediciones acústicas. Y los resultados fueron más que convincentes. Cada maceta tiene una frecuencia particular y todas están colocadas de manera clara y consistente en la pared.
Colocadas en altura, cerca de las bóvedas o en las partes bajas (en el lado de los cantores), las macetas podrían alinearse ya sea en forma de cruz o en triángulo. Su posición difería según el tipo de edificios: monásticos, parroquiales o canónicos.
Desde entonces, los descubrimientos se han multiplicado para los investigadores. Hoy, más de treinta iglesias en Francia han revelado que poseen este ingenioso sistema, en particular la iglesia de Cordeliers en Parthenay (Deux-Sèvres) o la iglesia de Saint-Jacques en Perpignan (Pyrénées-Orientales). Orientales). También se encuentra en Italia, España y Rusia. Una técnica que en realidad se remontaría a la antigüedad según la conclusión de los investigadores.