Siempre te lo propones, pero nunca lo consigues. Lo intentas, vuelves a intentarlo y te prometes que no caerás en lo mismo. ¿Estás harto de una mala costumbre que no te hace ningún bien? ¿Quisieras cambiarla, pero no sabes exactamente cómo?La mayoría de estos propósitos buscan, por un lado, la adquisición de nuevas rutinas como ir al gimnasio, trabajar eficazmente o pasar más tiempo con la familia, y, por otro lado, evitar malos hábitos como fumar, el sedentarismo, el desorden, etc.
¿Cómo funcionan los hábitos?
La mayoría de las actividades que hacemos día a día son hábitos que realizamos de manera automática. Muchas de estas rutinas son buenas y nos ayudan a mejorar, pero también tenemos malos hábitos que pueden ser perjudiciales y destructivos.
Los hábitos se componen de tres elementos:
- Recordatorio es la señal que motiva la acción o el comportamiento. Por ejemplo, una hora determinada, o un momento concreto (después de trabajar o de discutir con la pareja), o un estado emocional (rabia, tristeza…).
- Rutina es la acción que se lleva a cabo. Por ejemplo, comer compulsivamente, ver la tele durante horas o, por el contrario, hacer deporte, trabajar u ordenar, entre otras.
- Recompensa es el beneficio que se obtiene al realizar la acción. Por ejemplo, placer, descanso, desconexión.
Qué hacer para cambiar un mal hábito
Para poder librarnos de un mal hábito, es fundamental analizar la estructura de este:
- Piensa en un hábito que quieras cambiar.
- Observa qué elementos te motivan a hacer esa conducta y qué recibes a cambio (“siempre que pasa… hago… y obtengo…”).
- Reemplaza el mal hábito por uno bueno que te ayude a obtener una recompensa constructiva y no adictiva. Por ejemplo: hacer deporte, llamar a un amigo o ir al cine, son hábitos sanos que pueden sustituir al comer chocolate, fumar o ver la tele durante horas.
Trucos para establecer una nueva rutina
- Enfócate en la primera acción y facilita este primer paso. Si te cuesta llegar puntual, deja la ropa preparada del día siguiente, por ejemplo.
- Divide las metas gradualmente: si te enfrentas de golpe te quedarás paralizado y no harás lo que te has propuesto.
- Hazte responsable y busca soluciones, no busques culpables de lo que te pasa. Así concentrarás tus fuerzas en la acción.
- Cuanto más repitas el hábito, más lo afianzarás.
Se tardan unos dos meses en deshacerte de los malos hábitos, es lo que tarda el cerebro en aprender uno nuevo. Requiere esfuerzo y constancia, pero las ventajas a largo plazo merecerán la pena.
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