La imagen de una niña migrante llorando en la frontera entre México y EEUU, es la galardonada con el Premio. Con esta fotografía se quiere mostrar el drama que viven los menores inmigrantes que son separados de sus padres en la frontera de Estados Unidos.
La separación de sus padres durante días, semanas, meses, e incluso años, hace que los niños sean muy vulnerables a todo tipo de peligros.
Los que emigran solos pueden ser víctimas de la delincuencia y del abuso o maltrato psicológico, debido a las condiciones de clandestinidad en las que viven, por ejemplo, al tener que pasar la frontera de diversos países. Muchos de ellos comentan que el miedo y la angustia que experimentan al estar con extraños cuando son dejados por sus padres con los coyotes o familiares, se convierte en una pesadilla que se revive en sus sueños nocturnos durante mucho tiempo. Se sienten perdidos y abandonados.
En la actualidad hay cerca de 1,500 niñas y niños centroamericanos a los que, tras cruzar la frontera de México, “se les perdió el rastro”.
El drama de los niños migrantes