Aquí tienes los tips a tener en cuenta a la hora de elaborar un horario realista, eficaz y práctico. ¡Recuerda que las matrículas de honor se comienzan a sacar hoy!Para muchos jóvenes, la época de la Universidad coincide con el primer momento de su vida en que se independizan de sus padres. Quizás porque van a estudiar a otra ciudad o quizás porque coincide con la mayoría de edad y la cultura del país promueve que, en cuanto se cumplen 18 años, uno salga del nido.
Muchas novedades de golpe. Ciudad o barrio nuevo, nuevos compañeros de clase, nuevos profesores, nuevas materias, nuevos horarios… Puede que hayas notado que entras en otra dimensión y que te falta algo de organización para no perderte. Tranquilo, es normal que ocurra esa sensación: primero descubres que el ocio tiene horario “non stop”, y luego, conforme se acercan los exámenes, no sabes cómo afrontar la dinámica de “lo llevo bien”.
Para que tu organización sea eficaz, ten en cuenta una serie de sugerencias:
Las matrículas de honor se sacan en septiembre
Empieza a estudiar las asignaturas desde el día uno de clases. Así no acumularás materia y comprenderás mejor lo que se dice en clase. Ser constante durante todo el curso lleva a la victoria.
Ten la ambición de conseguir muchas matrículas de honor. En algunos países se premian con la matrícula gratuita de una asignatura del siguiente curso. Eso puede ayudar a la economía familiar y siempre es una buen anota en el expediente.
Necesitas un horario semanal
Es muy fácil pero es importante hacerlo bien. Revisa el horario cada día. Llévalo contigo y ponlo en un lugar que te resulte fácil ver. Puede ser en el móvil.
Toma un papel pautado o cuadriculado (o un excel) y haz cuadros que marquen las 24 horas y las medias horas.
Marca a qué hora te despiertas cada día. Puede que de lunes a viernes sea una hora, y los sábados y domingos otra distinta.
Escribe el tiempo que dedicas al arreglo personal.
Señala el horario de clases (teóricas y prácticas).
Anota los tiempos de los viajes (metro, autobús, coche, bicicleta…) para llegar a la Universidad y para volver a casa.
Si haces compatibles los estudios con un trabajo, anótalo: horario y desplazamientos.
Si eres aficionado a algún deporte, pon en su casilla las horas que le dedicas. Y lo mismo: los trayectos.
Igualmente haz con las horas dedicadas a otra actividad: un idioma, cantar en un coro, tocar un instrumento musical…
Marca el tiempo de comidas: desayuno, almuerzo, merienda y cena.
Si tu plan de vida incluye algunas prácticas religiosas, no las dejes en el aire. Resérvales espacio en tu horario: misa de los domingos, rato de oración diaria, lectura de un libro de espiritualidad…
“Pinta” en el horario las actividades de servicio a los demás: la visita a la residencia de ancianos, la catequesis, banco de alimentos, voluntariado…
Muy importante: cuando hayas plasmado todo lo anterior, señala tus horas de estudio. No dejes este aspecto en el aire, porque el estudio es parte de tu “trabajo profesional” en la Universidad. Lo ideal es que cada semana puedas sacarte un mínimo de 20 horas. Esto implica una media de 3 horas semanales, aproximadamente.
Esencial: que tu horario sea realista. Haz examen cada día y verifica que lo cumples. Si no es así, haz ajustes o plantéate por qué fallas.
Beneficios del horario
Aprovecharás el tiempo. Harás rendir tus talentos. Tendrás buenos resultados académicos. Sacarás tiempo para las cosas que quieres hacer para Dios y para los demás. Aprenderás a ser disciplinado y vencer la pereza en muchos momentos del día. Y, muy importante, tendrás paz.
¿Qué significa que el horario ha de dar paz? Que no ha de agobiar ni preocupar. Sencillamente es una herramienta para vivir mejor y madurar. Si el horario te hace estar en constante ansiedad, es mejor que lo consultes con tus padres, con un buen amigo o con un profesor. Un horario no ha de exigirnos nunca por encima de nuestras fuerzas, ya que eso llevaría al perfeccionismo, al voluntarismo, o incluso a una enfermedad como la depresión o un trastorno alimentario.
Un horario nunca es rígido. Se ha de adaptar a cada etapa. no es lo mismo la época de exámenes que la de vacaciones, por ejemplo. Y tú has de ir viendo en qué asignaturas te conviene poner más horas de estudio.
El horario te ayudará a ti, a cumplir tus sueños y a que otros los cumplan contigo, porque podrás ayudar a otras personas en el estudio o en cualquier otra actividad que desarrolles.
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