Una gran noticia que generó alegría en el país sudamericano y que contó con la colaboración de la Policía local “Logramos que padre e hija vuelvan a estar juntos luego de 28 años”. Con este mensaje la Policía de Ecuador confirmaba a través de su cuenta en Twitter la gran noticia del reencuentro, un momento cargado de emoción y que aconteció luego de una larga investigación.
Según da cuenta la agencia EFE, una mujer ecuatoriana de nombre Mónica acudió hasta las dependencias del Departamento de Desaparecidos de la Policía Nacional con el fin de que la ayudaran a localizar a su padre, hombre a quien no veía desde que ella tenía cinco años.
Fue así haciendo caso a la solicitud la Dirección Nacional Delitos contra la Vida, Muertes Violentas, Desapariciones, Extorsión y Secuestro (Dinased) se puso “manos a la obra” y se activaron “los protocolos de búsqueda y localización”.
Gracias a esto fue posible encontrar el domicilio de Julio, en el sector de La Magdalena, sur de Quito, prosigue EFE.
En base a testimonios recogidos por la Policía, que hizo público el momento del emotivo reencuentro a través de las redes sociales, reproduce EFE, el hombre se había alejado de su hija por problemas familiares. Pero luego un tiempo decidió volver a buscarla. Sin embargo, cuando llegó al lugar donde vivía ni ella ni su madre ya vivían en el mismo lugar.
Emotivo reencuentro || Gracias a la prolija investigación, en #UIO, logramos que padre e hija vuelvan a estar juntos luego de 28 años. Así lo informó el #CrnlJulioMiño, jefe del Departamento de Desaparecidos de la #Dinased. 1/2 pic.twitter.com/VMb1USM6vo
— Policía Ecuador (@PoliciaEcuador) May 4, 2019
Gracias al trabajo exhaustivo de los agentes investigadores, se ubicó el domicilio del progenitor, en el sector de La Magdalena, al sur de la capital. Ahí, él les habría contado que por problemas familiares se había alejado de su hija. #Dinased. 2/2 pic.twitter.com/1ffa2wWaBP
— Policía Ecuador (@PoliciaEcuador) May 4, 2019
Desde ese momento, Julio no volvió a saber nada más sobre su hija y si estaba viva o muerta. Hasta que miembros de la Policía llegaron a su casa para darle la gran noticia, sin lugar a dudas algo aconteció y que cambió una vez más sus vidas.
Hoy Ecuador aplaude este reencuentro, señal de que a pesar de las idas y vueltas de la vida siempre hay espacio –más allá de posibles errores individuales- para la búsqueda sin cansancio de familiares desaparecidos y el abrazo.
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Con información en base a EFE