Asesinado también el sacerdote que oficiaba la misa El papa Francisco ha recibido con dolor la noticia del ataque, este domingo, a una iglesia católica en Dablo, ciudad en la provincia de Sanmatenga, en el norte de Burkina Faso, en el que fueron asesinaron seis hombres, incluido el sacerdote que oficiaba la misa. Los hombres armados y que viajaban en motocicletas, sucesivamente incendiaron el templo y los edificios en el área.
El pontífice “reza por las víctimas, por sus familiares y por toda la comunidad cristiana del país”, informó el director interino de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Alessandro Gisotti, vía Twitter este lunes 13 de mayo de 2019.
“Alrededor de las 9 am, durante la misa, personas armadas irrumpieron en la iglesia católica y comenzaron a disparar mientras los fieles intentaban huir”, dijo el alcalde de Dablo, Ousmane Zongo a la prensa local.
El asalto duró una hora y la historia de los testigos es escalofriante. Veinte jihadistas llegaron en moto y rodearon la iglesia. El objetivo era el sacerdote, Abbé Sime en Yampa, de 34 años, a cargo del diálogo interreligioso en su diócesis: cuando trató de escapar, los terroristas lo persiguieron y le dispararon.
Después, los verdugos volviendo a la iglesia, echaron a los fieles en el suelo, eligieron a cinco de ellos y les dispararon también.
La redada en la iglesia fue llevada a cabo por un grupo de hombres armados de entre 20 y 30 años: entraron en acción alrededor de las 9 am, quemaron la iglesia, una clínica y algunas tiendas.
En la ciudad, dicen los testigos, el pánico se ha extendido. Las personas están encerradas en sus casas y las actividades comerciales han sido interrumpidas.
Es el segundo ataque que tiene como escenario un templo cristiano en dos semanas en un país tradicionalmente conocido por su tolerancia religiosa.
Sin embargo, Burkina Faso sin litoral en el noroeste de África se ha visto afectado por la violencia extremista en los últimos meses a medida que grupos terroristas islámicos amplían su poder.
El número de incidentes violentos en el país vinculados a las filiales locales de al Qaeda e ISIS aumentó de 24 en 2017 a 136 en 2018, según un informe del Centro de Estudios Estratégicos de África.