Se cumplieron 22 años del momento en que la bandera peruana y una muestra de chicha morada salieron de la Tierra Carlos Noriega es un astronauta peruano nacionalizado estadounidense desde muy pequeño. Su nombre ya está inscripto en las páginas doradas de la historia de Latinoamérica y su vínculo con el espacio.
Nacido en Lima el 8 de octubre de 1959, actualmente -este hombre también científico y teniente coronel del Cuerpo de Marines de Estados Unidos- se encuentra retirado, pero por estos días ha vuelto a ser recordado.
Es que este 15 de mayo se cumplieron 22 años de un acontecimiento que llena de orgullo a Perú, pues gracias a haber sido reclutado por la NASA logró partir en misión espacial junto a otros seis tripulantes a bordo del Atlantis –allá por 1997- con el objetivo de unirse a la estación rusa Mir, tal cual recuerdan por estas horas medios como La República.
Fue ahí donde aconteció lo más inesperado: aquello de llevar todo su amor por Perú al espacio. Efectivamente, Carlos logró notoriedad no solo por haber sido uno de los primeros latinoamericanos en salir de la Tierra, sino también por haber tenido el noble gesto de llevar recuerdos de su tierra natal: la bandera de su país, un Tumi de oro (cuchillo ceremonial vinculado a las culturas monche y chimú) y una muestra de chicha morada (bebida típica de Perú).
Y esto de alguna manera le dio un plus a aquella odisea gracias a que su misión no se limitó solamente a llevar soporte tal cual estaba previsto, pues desde ese momento lo que ha hecho también ha sido recordado como gesto de honor y valentía.
Carlos Noriega en imágenes (hacer click en galería):
Volvió a pisar su tierra
Luego de aquel acontecimiento, la vida de Carlos prosiguió y ha tenido la posibilidad de volver a pisar su país, recibir diversos reconocimientos y hasta ofrecer charlas. Su última visita ocurrió en 2014 y fue para participar de las ponencias –prosigue La República– del programa de la embajada de los Estados Unidos “Del Espacio a la Tierra: Promoviendo Ciencia, Tecnología e Ingeniería”, en la Universidad Tecnológica del Perú.
Carlos volvió al espacio en 2000 en el transbordador Endeavour y el hecho de haber podido realizar “caminatas espaciales” es algo que también le ayuda a dejar el mejor de sus mensajes: estudiar y trabajar duro para alcanzar los sueños (El Peruano, año 2017).
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Con información en base a La República y El Peruano
