Se trata del análisis más prescrito: descubramos qué es y qué información ofrece El hemograma es el análisis de sangre más prescrito en todas las franjas de edad. Puede dar numerosas informaciones sobre el estado de salud del niño, pero debe interpretarse correctamente para reconocer las anomalías, evitando, al mismo tiempo, inútiles alarmismos.
Qué es
Es el conteo de las células de la sangre y la valoración de sus características principales: contiene la información sobre todas las células de la sangre, que nos proporciona el número preciso de glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas circulatorias y algunas de sus características.
Para qué sirve
El hemograma nos informa sobre el estado de salud del paciente. Nos dirá, por ejemplo, si el paciente tiene anemia, si existe una inflamación o si hay riesgo de hemorragia.
Cómo interpretarlo
En la interpretación del hemograma es fundamental tener en cuenta cuáles son los valores normales según la edad del paciente. Por ejemplo, si consideramos los varios tipos de glóbulos blancos, en el recién nacido prevalecen los neutrófilos, mientras que a partir del primer mes de vida y hasta los 6 años serán más numerosos los linfocitos. De la misma manera, los valores de hemoglobina y plaquetas cambian mucho en las diversas franjas de edad.
Hemoglobina
Se trata de una proteína presente en los glóbulos rojos, cuyo papel consiste en recoger el oxígeno y transportarlo a todos los órganos de nuestro cuerpo. Hablamos de anemia cuando los niveles de esta proteína son reducidos.
Plaquetas
Glóbulos blancos
Son las células responsables de la defensa contra los microorganismos (virus, bacterias, hongos, parásitos).
Neutrófilos
Tienen la función de defender al organismo contra las infecciones causadas por bacterias y hongos, a través de la captura y la distribución de estos microorganismos. La causa más frecuente de su aumento son las infecciones. Un disminución de ellos puede comportar el riesgo de desarrollar infecciones graves.
Linfocitos
Son las células responsables de la defensa inmunitaria y la producción de anticuerpos; su número puede aumentar o disminuir por causas infecciosas o en el caso de enfermedades más graves, como las enfermedades linfoproliferativas (por ejemplo, la leucemia).
Monocitos
Son células capaces de migrar de los vasos sanguínes a los tejidos, donde maduran volviéndose “macrofagis”, es decir, células capaces de capturar y destruir los microorganismos.
Eosinófilos
Llevan a cabo su tarea en las reacciones alérgicas y en la defensa de parásitos y helmintos (gusanos intestinales).
Basófilos
Son también células involucradas en la defensa del organismo y en las respuestas alérgicas. Su función prevé la liberación de sustancias implicadas en las inflamaciones.
Artículo original publicado en la revista multimedia A scuola di salute
Por Giuseppe Palumbo