Un niño que descubre el placer de la lectura no necesita que le obliguen a hacerloMichiko Hikida, estudiante de doctorado en la Universidad de Texas en Austin y Jennifer Keys Adair, profesora asistente de educación infantil temprana de la misma, publicaron recientemente una investigación sobre los procesos de la lectura por placer en los niños pequeños.
El estudio, reseñado en The Conversation aclara que en las pruebas y los puntajes incluso en los niveles de preescolar, jardín de infantes y primer grado, la tendencia sobre la lectura es a preocuparse más por la capacidad de leer de los pequeños que por el disfrute de la lectura.
“Como ex maestros de aula, reconocemos que la lectura por placer no solo desarrolla las habilidades de lectura sino que también conduce al desarrollo personal. Nuestra investigación sólo ha confirmado esta creencia”, dicen Hikida y Adair.
Las autoras subrayan que una gran cantidad de niños no pueden alcanzar el nivel básico de competencia en lectura. La competencia lectora en Estados Unidos, como en muchos países europeos y americanos está cayendo a niveles mínimos. De hecho, la presión por hacer pasar a los menores por pruebas de lectura, lejos de estimularlos les puede quitar la alegría de la lectura.
Las presiones para obtener calificaciones, la publicación de éstas y las pruebas constantes “tienen un impacto en la enseñanza”. Y, desde luego, en el aprendizaje.
“Leer por placer realmente puede hacer una diferencia. La evidencia sugiere que los niños que están muy comprometidos con los libros se desempeñan mejor en las medidas escolares, porque aprenden a disfrutar de la lectura”, señalan las autoras del estudio.
¿Cómo podríamos hacer que nuestros niños disfruten de la lectura?
Hikida y Adair dan algunas ideas basadas en su encuesta de investigación de lectura sobre cómo comenzar con niños pequeños, lectores nuevos e incluso lectores experimentados pero no comprometidos.
-Para atraer a los niños pequeños a la lectura, se pueden construir rutinas para leer juntos, como antes de acostarse o después de haberse duchado.
–Hacer de la lectura una actividad social también puede ayudar a atraer a los lectores jóvenes. Así que lea con otros miembros de la familia, como los hermanos mayores.
–Los lectores jóvenes también disfrutan leyendo las mismas historias una y otra vez, y referirse a los personajes durante el día ayuda a construir conexiones y vidas alfabetizadas.
-Cuando le están leyendo, recuerde que leer en voz alta en casa debe ser más un placer que una precisión; no corrija más de un par de palabras mientras leen.
-También es posible que desee hacer espacio para que le cuenten historias de las imágenes; esa es una habilidad de lectura importante también.
-Al igual que con los lectores jóvenes, lea libros favoritos una y otra vez. Las lecturas repetidas ayudan a los lectores a reconocer palabras rápida y automáticamente.
–Encuentra razones urgentes para leer, como señales, recetas o instrucciones para armar un juguete.
“En una sociedad que se está construyendo cada vez más sobre una economía impulsada por ideas, al menos prestar atención y trabajar para disfrutar y disfrutar de la lectura, no solo la capacidad de leer, puede ayudar en otras áreas de la vida social y escolar”, terminan diciendo las autoras del estudio.
Nota: Editado por Bryan Keogh. Editor de Economía + Negocios en The Conversation